El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un suceso que implica experimentar o presenciar una amenaza a la vida, o la violación de la integridad moral o física, propia o de otra persona. Experimentar o visualizar un acontecimiento catastrófico causa angustia, consternación y sufrimiento en cualquier persona. La mayor parte de reacciones ante el estrés son corrientes y desaparecen con el paso de los días, pero cuando esto no sucede y el estrés persiste, tienen lugar reacciones duraderas que derivan en la aparición de un trastorno de estrés postraumático. Estos signos causan malestar en la persona e interfieren en su funcionamiento habitual. El TEPT puede afectar a cualquier persona de cualquier edad.

Relación entre la pandemia de la Covid-19 y el desarrollo de estrés postraumático.

Debido a la pandemia de la Covid-19, se ha observado un aumento en el desarrollo de estrés postraumático. La imprevisibilidad de esta pandemia y la incertidumbre acerca de cómo y cuándo se controlará, originan sentimientos negativos y preocupaciones como la soledad, irritabilidad o miedo a la muerte, entre otras complicaciones psicológicas. Asimismo, el número de personas enfermas y de fallecimientos es muy elevado y la información se difunde con facilidad a través de los medios de comunicación y las redes sociales, lo que también implica la transmisión de mitos e información no verídica. Ante dicha situación, no es de extrañar que se encuentren elevados niveles de reacción al estrés.

Estres postraumático y covid

El virus y la pandemia han expuesto a los profesionales de la salud a una situación ante la que han tenido que tomar decisiones difíciles y trabajar bajo presión en condiciones de elevado estrés. Asimismo, presenciar acontecimientos de enfermedad o muerte puede tener un impacto traumático como ocurre en el caso de los sanitarios que viven la situación en primera persona. Dichas situaciones pueden llevar a los sanitarios a desarrollar TEPT. Por otro lado, las personas con más vulnerabilidad que hayan vivido acontecimientos duros previamente o con patología psicológica previa, son susceptibles de desarrollar este trastorno, así como los adultos mayores que han podido verse con menos apoyos sociales.

Durante el confinamiento se produjo una pérdida de rutina, una reducción del contacto (físico y social) con las personas, aburrimiento, frustración y sensación de soledad. Todo esto puede ser difícil de gestionar para numerosas personas. Además, los pacientes con Covid son aislados en los hospitales al enfermar, lo que implica que sus familiares y amigos no pueden estar con ellos y, en el caso de fallecimiento, no pueden despedirse en persona. También hay que añadir que, tras fallecer, el procedimiento para manejar cadáveres en casos de Covid no permite velarlos de forma común (tiene ciertas restricciones), lo que dificulta el duelo, proceso importarte para aceptar y asumir la pérdida. Por ello, después de situaciones de impacto como la que estamos viviendo actualmente, las personas corren el riesgo de desarrollar TEPT.

Pautas psicológicas para reducir el estrés y la ansiedad causadas por la pandemia

El miedo puede provocar comportamientos impulsivos (extrema higiene, por ejemplo), el rechazo de personas, e incluso llevar a imaginar situaciones de peligro irreales. Es importante no evitar ni negar la situación, así como tampoco extremar medidas innecesarias. Manejar adecuadamente la información oficial y sustentada es esencial para evitar falsas creencias y calmar la incertidumbre.

El miedo es una respuesta natural ante una situación de desconcierto como la experimentada con esta pandemia, además es adaptativo y es conveniente utilizarlo como recurso que permite estar alerta y orientar la toma de decisiones, favoreciendo conductas responsables con los demás y con uno mismo. Por ello, es importante gestionar las situaciones de temor para que no se transformen en perjudiciales.

Cuando una persona padece síntomas de estrés o ansiedad, se recomiendan las siguientes pautas:

  • Tratar de identificar las ideas o pensamientos que causan el malestar, aceptarlos y dar una expresión apropiada a las emociones que están asociadas.
  • Compartir estas ideas o pensamientos que causan el malestar.
  • Cuando la demanda sobrepasa los recursos de la persona, se pueden llevar a cabo estrategias de afrontamiento que se centran en el problema o en las emociones. Estas pueden resultar muy útiles ya que permiten buscar soluciones al problema o regular las respuestas ante este.
  • Cambiar el foco de atención y buscar otras actividades que susciten emociones positivas, así como aumentar el apoyo social.
  • Otras opciones beneficiosas son escribir un diario con los pensamientos para desahogarse y ordenar la mente; y hacer ejercicios de respiración, relajación o meditación.
  • Recuperar las capacidades y habilidades con las que se afrontaron acontecimientos similares en el pasado.
  • Cuando las dificultades persisten es recomendado recurrir a ayuda psicológica especializada.

Ante situaciones de cuarentena y aislamiento, con el fin de evitar sus efectos negativos, es conveniente buscar opciones para permanecer comunicados con amigos y familiares. Para ello se puede recurrir a los medios virtuales (redes sociales, internet, videollamadas…). Además se recomienda mantener los hábitos familiares habituales, rutinas de trabajo virtuales, programar el estudio y las horas para descansar, el juego, ocio y el ejercicio. La cuarentena y cualquier aislamiento suponen estrés, frustración y aburrimiento, por lo que se aconseja plantear diversas actividades como la lectura, la música, el deporte, las películas… Puede ser un buen momento para replantearse propósitos y objetivos, y para realizar aquellas tareas que se suelen prolongar por falta de tiempo, además de poder profundizar y mejorar los vínculos con las personas con las que se convive.

 

Escrito por: Daniela Sedano Padilla, Psicóloga en periodo de prácticas en Orbium.

 

Referencias:

  • Campos, M. R. (2016). Trastorno de estrés postraumático. Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica, 73(619), 233-240.
  • Palomino-Oré, C., & Huarcaya-Victoria, J. (2020). Trastornos por estrés debido a la cuarentena durante la pandemia por la COVID-19. Horizonte Médico (Lima), 20(4).
  • Benjamin, A. COVID-19 y sus secuelas: Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT). El COVID-19, 231.
  • Gallegos de San Vicente, M. O., Zalaquett, C., Luna Sanchez, S. E., Mazo-Zea, R., Ortiz-Torres, B., Penagos-Corzo, J. & Lopes Miranda, R. (2020). Cómo afrontar la pandemia del Coronavirus (Covid-19) en las Américas: recomendaciones y líneas de acción sobre salud mental.