La problemática de salud mental más frecuente registrada en atención primaria en nuestro país es el trastorno de ansiedad, que afecta al 6,7% de la población (8,8% en mujeres y 4,5% en hombres) con tarjeta sanitaria. Es un problema que se presenta de forma más común entre los 35 y 84 años, según la Base de Datos Clínicos de Atención Primaria del Ministerio de Sanidad [1].

Un hombre sufriendo ansiedad en su puesto de trabajo.

A pesar de lo que indican estos datos, cada vez son más los jóvenes que desarrollan trastornos relacionados con la ansiedad. Esto puede asociarse al elevado uso de las redes sociales, como indicamos en este artículo.

En los últimos años (sobre todo tras la pandemia de la COVID-19), se ha hecho un gran trabajo de divulgación por parte de la comunidad científica y de las personas que padecen esta condición. No obstante, debemos tener en cuenta que la ansiedad es una emoción útil y necesaria para nuestra supervivencia. Tener ansiedad no tiene por qué significar que padecemos un problema de salud mental.

Entonces, ¿Cuándo puede suponernos un problema la ansiedad? ¿Por qué es útil esta emoción? ¿Qué consecuencias negativas tiene?

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una emoción que está muy relacionada con el miedo.

Se caracteriza por presentar malestar psicofísico acompañado de una sensación de inquietud, intranquilidad, inseguridad o desasosiego ante lo que se vive como una amenaza inminente y/o de causa indefinida. Al igual que el resto de emociones, tiene un sentido evolutivo, es útil y adaptativa.

Las reacciones fisiológicas que aparecen cuando sentimos ansiedad son las siguientes: aumento de la frecuencia cardíaca, tensión muscular, respiración acelerada o dificultad para respirar, temblor y alteraciones gastrointestinales, entre otras.

Por ejemplo, podemos sentir ansiedad antes de enfrentarnos a una situación que nos genera incertidumbre: un examen, una presentación, una entrevista de trabajo, quedar con alguien que no conocemos, mudarnos a un sitio nuevo, etc. En todas estas situaciones es normal sentir ansiedad, ya que es algo adaptativo que hace mucho tiempo nos ayudó en la supervivencia de la especie.

Por otro lado, cuando hablamos de trastornos de ansiedad nos referimos a algo patológico y poco beneficioso para nosotros. Los trastornos de ansiedad comparten características de miedo y ansiedad excesivos, además de alteraciones conductuales asociadas [2].

Antes de continuar, es importante conocer la diferencia que existe entre miedo y ansiedad. Por un lado, el miedo se caracteriza por ser una respuesta emocional a una amenaza inminente, real o imaginaria, mientras que la ansiedad es una respuesta anticipatoria a una amenaza futura.

Ansiedad vs. trastornos de ansiedad

La principal diferencia que encontramos entre los trastornos de ansiedad y la ansiedad es que los trastornos de ansiedad conllevan una ansiedad excesiva que persiste más allá de los periodos de desarrollo apropiados y/o típicos [2]. Además del tiempo, también se diferencian en la intensidad. Los trastornos de ansiedad pueden provocar en numerosas ocasiones crisis de pánico, generando un malestar muy superior al de la ansiedad ‘común’.

La ansiedad es una emoción muy útil y adaptativa, ya que puede señalarnos aquello que no nos hace bien, dónde no debemos estar, etc. Es una respuesta a situaciones o cosas que dan miedo por razones reales y objetivas. Por lo tanto, es importante diferenciar la ansiedad como función adaptativa y la patológica.

Consecuencias de los trastornos de ansiedad

Existen numerosos trastornos de ansiedad, por lo que no podemos hablar de las consecuencias de todos ellos de manera genérica. En este artículo nos centraremos en las consecuencias de la ansiedad generalizada, caracterizada por una ansiedad persistente y excesiva, junto con una preocupación intensa sobre varios aspectos (trabajo, rendimiento escolar, relaciones, etc) que la persona percibe difíciles de controlar. Este trastorno viene acompañado de síntomas físicos como sensación se excitación o nerviosismo, inquietud, fatiga, mente en blanco o dificultad para concentrarse, tensión muscular, irritabilidad y alteraciones del sueño y de la alimentación.

Las principales consecuencias del trastorno de ansiedad generalizada son:

  • Dificultad para hacer las cosas de forma rápida y eficiente (en el hogar, en el trabajo, en la escuela…).
  • Pérdida de tiempo y energía debido a la preocupación excesiva.
  • Deterioro de la salud mental y física y aumento de la fatiga debido a los síntomas físicos (tensión muscular, sensación de excitación, nerviosismo, cansancio, etc).
  • Complicaciones familiares debido a esta preocupación excesiva (con los hijos, los padres, los hermanos, etc). Esto puede conllevar a una incapacidad para desarrollar confianza con los familiares.
  • Discapacidad y angustia significativa.
  • Riesgo de desarrollar otros trastornos de ansiedad, trastornos depresivos unipolares y, con menos frecuencia, trastornos por consumo de sustancias, trastornos de la conducta, trastornos psicóticos, trastornos del neurodesarrollo y trastornos neurocognitivos.

Tratamiento para la ansiedad

Como bien hemos mencionado en este artículo, sentir ansiedad es algo normal y común. No obstante, si la sentimos de forma frecuente e intensa, puede generarnos muchos problemas en el día a día.

Si alguna situación nos genera ansiedad leve, es importante centrar nuestra atención en la respiración: intentar realizar inspiraciones y espiraciones profundas y lentas hasta conseguir calmar la sensación de exaltación y nerviosismo, además de reducir las pulsaciones.

Cuando la ansiedad supone un problema para la vida de la persona, el tratamiento psicológico es el más recomendable y efectivo.

En Orbium ofrecemos tratamientos individualizados para la ansiedad, centrados en las necesidades específicas de cada persona. Para ello realizamos terapia cognitivo-conductual (individual y grupal), terapias familiares, sesiones de mindfulness, técnicas de relajación progresiva y EMDR. De esta manera la persona conseguirá controlar y gestionar la ansiedad, además de enfrentar las situaciones que le generen estrés, temor y malestar.

También contamos con un programa específico, AnsiEstrés, centrado en la mejora de la calidad y el estilo de vida de las personas que padecen estrés y/o ansiedad.

Como indica este artículo de Ondacero, en terapia se trabaja la ansiedad aguda, pero no se puede suprimir la ansiedad como tal. De esta manera, la emoción seguirá manifestándose, pero la persona tendrá las herramientas adecuadas para gestionarla y evitar los síntomas adversos.

Si tú o alguien de tu entorno presenta síntomas de ansiedad y/o estrés, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te ofreceremos información acerca de los trastornos de ansiedad y de nuestras opciones de tratamiento.

Redactado por Orbium Desarrollo.

Referencias

  1. Subdirección General de Información Sanitaria. Salud mental en datos: prevalencia de los problemas de salud y consumo de psicofármacos y fármacos relacionados a partir de registros clínicos de atención primaria. BDCAP Series 2. [Publicación en Internet]. Madrid: Ministerio de Sanidad. 2021.
  2. American Psychological Association [APA]. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5).