Inicio » Bienestar » Cómo cuidar nuestra salud mental: cuatro aspectos en los que podemos trabajar a diario

Cómo cuidar la salud mental

Para el buen desarrollo de la salud mental, es fundamental tratar de conseguir y mantener un estilo de vida saludable, y así mejorar la calidad de vida. Crear hábitos saludables es un proceso que lleva tiempo hasta que se convierten en parte de la rutina diaria, por lo que es importante la constancia. Puede ser de utilidad llevar un registro de los logros, superar algunos obstáculos en el camino y recompensarse por el trabajo realizado. En este sentido, hay cuatro hábitos saludables que tienen efecto en el bienestar de la persona y que se pueden realizar todos los días.

  1. Moverse. El ejercicio físico es una de las formas más efectivas para reducir la ansiedad, el estrés y el riesgo de presentar problemas de salud. Además, ejerce una función reparadora sobre las células cerebrales, promueve la calidad del sueño, alivia tensiones como la agresión y la frustración, ayuda a la concentración y promueve un pensamiento y una perspectiva más positiva ante la vida. Es esencial realizar una actividad física que disfrutes y que se adapte a tu nivel de movilidad y forma física. Puedes crear tu propia lista de opciones que te resulten atractivas y dedicarles al menos unos minutos al día e ir incrementando el tiempo según tus necesidades. Recuerda que se puede estar activo/a de muchas maneras.
  2. Nutrirse. Existe relación entre lo que comemos y la salud mental, ya que afecta a nuestra cognición, memoria y emociones. Los estudios realizados observan que la adherencia a patrones dietéticos saludables o mediterráneos (alto consumo de frutas, verduras, nueces y legumbres; consumo moderado de aves, huevos y productos lácteos; consumo ocasional de carne roja; y evitar el exceso de grasas, azúcar y sodio), se asocia con una mejor salud mental. Puede ser beneficioso empezar preparando antiguas recetas favoritas de formas nuevas y más saludables (eliminando el exceso de grasa, reduciendo la cantidad de mantequilla, sal o azúcar, usar quesos bajos en grasa, agregar verduras a la pasta, etc), reservar un día de compras a la semana y cocinar comidas saludables para congelar y comer cuando no se dispone de tiempo para cocinar, planificar comidas saludables con la familia o amigos… En definitiva, encontrar la manera de crear y mantener una relación saludable con la comida y que esta nos aporte la energía y los nutrientes necesarios.
  3. Conectar. Se han documentado asociaciones positivas entre el apoyo social y el bienestar emocional, además de prevenir el desarrollo de problemas psicológicos. El apoyo social positivo de alta calidad protege contra los efectos negativos del estrés, ayuda a mejorar la resiliencia, protege contra el desarrollo de psicopatologías como la depresión y promueve resultados de salud mental positivos. A través del apoyo social podemos dar y recibir ayuda práctica para resolver problemas, ofrecer u obtener asesoramiento o información, así como apoyo emocional y afectivo. En general, se trata de establecer interacciones sociales positivas, por lo que es fundamental la fuente del apoyo social, que debe provenir de personas que tengan conductas adaptativas, que aporten pensamientos saludables y en general, que enriquezcan la vida y que no sean una amenaza para mermar la calidad de vida.
  4. Relajación. Está ampliamente aceptado que el estrés elevado y sostenido tiene efectos negativos sobre la salud mental, afectando la regulación de las emociones y la toma de decisiones. Por lo tanto, es útil emplear estrategias para disminuir el estrés, la tensión y la ansiedad. Existe una amplia variedad de formas para relajarse, desde actividades como un baño relajante, observar un atardecer, escuchar música o los sonidos de la naturaleza, etc., hasta el uso de técnicas de respiración o relajación para aumentar la sensación de calma y que pueden ser facilitadas por profesionales de la salud o incluso ser aprendidas mediante autoayuda.

En Orbium estamos comprometidos con tu salud mental.

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