En nuestro centro de desintoxicación Toledo, ofrecemos un tratamiento para dejar de fumar, combinando terapias personalizadas, apoyo psicológico y técnicas efectivas para combatir la adicción al tabaco. Te ayudamos a superar el tabaquismo y mejorar tu calidad de vida con un enfoque profesional y motivacional.

La adicción al tabaco

En Orbium Adicciones hemos desarrollado un modelo de abordaje para dejar de fumar que asegura el éxito: Nuestro lema es que ‘si quieres puedes’. Nosotros te ayudamos.

Se trata de un abordaje global en el que incidimos en la reducción del deseo de fumar, el manejo y las situaciones de riesgo, y la sintomatología negativa del síndrome de abstinencia. Para ello trabajamos bajo un enfoque cognitivo-conductual, terapia EMDR y métodos de reemplazo para los casos más persistentes.

Nuestro programa consta de tres fases:

  • Fase I (un mes): inmersión. EMDR y enfoque cognitivo conductual para parar de fumar.
  • Fase II (dos meses): prevención de recaídas y consolidación del nuevo estilo de vida.
  • Fase III (según paciente): fase de mantenimiento, intervención sobre problemas puntuales.

Dejar de fumar puede tener beneficios inmediatos a la salud. Por ejemplo, a las 24 horas de haber dejado de fumar, la presión arterial y la probabilidad de un ataque al corazón disminuyen. Los beneficios a largo plazo de dejar de fumar incluyen menor riesgo de un ataque al cerebro, cáncer pulmonar, otros tipos de cáncer y enfermedades coronarias. Un hombre de 35 años que deja de fumar aumenta su expectativa de vida en un promedio de 5 años.

Tratamiento del tabaquismo

El tabaquismo es una adicción que se debe principalmente a la nicotina, una droga presente de forma natural en el tabaco. Esta sustancia altera la química cerebral, creando sensaciones agradables que generan una necesidad de fumar más. La dopamina, que se libera al fumar, refuerza esta adicción, volviéndose esencial para el fumador.

Según el Instituto Nacional Americano para el Abuso de Drogas (NIDA), más de 35 millones de personas intentan dejar de fumar cada año, pero más del 85% recaen sin ayuda en los primeros días. Esto se debe a la fuerte dependencia que crea la nicotina, unida a factores psicológicos y sociales.

El tabaquismo no solo afecta la salud física, sino que también está profundamente arraigado en factores emocionales y sociales. Dejar de fumar es un desafío debido a los síntomas del síndrome de abstinencia, que incluyen ansiedad, irritabilidad y deseos intensos de fumar, lo que dificulta el proceso de superación.

Es importante contar con un tratamiento del tabaquismo especializado para dejar de fumar, que ofrezca apoyo psicológico y técnicas efectivas para reducir la dependencia y los síntomas de abstinencia.

¿Cuáles son las consecuencias en fumadores?

El adicto puede sentir desde falta de energía, nerviosismo, dolor de cabeza, hambre y cambios en el ritmo cardíaco, hasta pérdida de agilidad, de memoria y de concentración si no tiene un cigarrillo. La falta de nicotina puede incluso producir cambios en el estado de ánimo, incluyendo depresiones. Los adictos tienen el antojo de la sensación mental que experimentan cuando fuman, y por ello se vuelven adictos a la nicotina.

A través del humo, se incorporan los distintos elementos contenidos en el tabaco, provocando efectos nocivos en fibroblastos, células sanguíneas e inflamatorias, en el sistema inmunitario celular y humoral. El calor producido por la combustión del cigarrillo tendrá contacto directo con la mucosa oral, provocando efectos nocivos sobre la misma, entre ellos, periodontitis, gingivitis y aumento de la pérdida de inserción dental.

Se atribuye al tabaco la falta de absorción de las vitaminas A, B y C. La acción del monóxido de carbono, el alquitrán y la nicotina, además de producir adicción:

  • Aumenta el riesgo de cáncer pulmonar, de laringe, órganos digestivos y aparato urinario.
  • Predispone a la bronquitis crónica, al enfisema, a la EPOC y a la úlcera péptica. Está demostrado que predispone a la arteriosclerosis con sus manifestaciones a nivel coronario, arterial periférico y cerebral.
  • Aumento de riesgo en el aneurisma de la aorta abdominal y factor agravante de la hipertensión arterial.
  • Incremento de efectos hemodinámicos agudos, algunos inducidos por aumento de la actividad del sistema nervioso simpático. Aumento de la frecuencia cardíaca, vasoconstricción inadecuada, aumento de la tensión arterial y del consumo de oxígeno.
  • Agregación plaquetaria y disfunción endotelial. La oxigenación tisular también se compromete por incremento de la carboxihemoglobina.

Tratamiento del tabaco: Soluciones efectivas para dejar de fumar

Existen múltiples tratamientos efectivos para la adicción al tabaco, respaldados por investigaciones científicas. Aunque algunas personas logran dejar de fumar por sí mismas, muchas otras requieren ayuda profesional para superar la adicción. A continuación, te mostramos algunos de los tratamientos más efectivos:

  • Tratamientos de reemplazo de nicotina: Como chicles, parches, inhaladores o sprays nasales. Estos productos proporcionan nicotina de forma controlada, ayudando a reducir los síntomas de abstinencia y el deseo de fumar, y se complementan con terapia conductual para reforzar el proceso.
  • Medicamentos farmacológicos: Fármacos como el bupropión (Zyban®) y la vareniclina (Chantix®) actúan sobre los receptores cerebrales afectados por la nicotina. Estos medicamentos alivian los síntomas del síndrome de abstinencia y bloquean los efectos de la nicotina, lo que ayuda a evitar recaídas.
  • Tratamientos conductuales: Este enfoque puede ser utilizado solo o en combinación con medicamentos. Ayuda a los fumadores a identificar situaciones de riesgo, establecer estrategias para combatir el deseo de fumar y manejar el síndrome de abstinencia. También promueve la mejora de la autoestima y las relaciones interpersonales.
  • Tratamiento EMDR: La terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular (EMDR) es útil para reestructurar los pensamientos y emociones asociados al fumar. Ayuda a superar el hábito y reduce las recaídas al fortalecer la capacidad para evitar el consumo de tabaco.

Aunque la mayoría de los programas de tratamiento tienen una duración de 1 a 3 meses, los estudios demuestran que extender el tratamiento más allá de este periodo aumenta significativamente las tasas de éxito, alcanzando hasta un 50% de éxito al año de haber dejado de fumar.

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