El trastorno alimentario del atracón, es el menos conocido.

Y la mayoría de las personas se piensan que es menos grave que la anorexia o la bulimia.

Como madre de una enferma de este trastorno puedo argumentar algunas cosas que creo se deberían saber sobre el mismo.

Las causas que lo provocan son las mismas que la bulimia o la anorexia, es decir, la falta de autoestima, la incapacidad de asumir o resolver problemas, por lo tanto, es una enfermedad psicológica con graves consecuencias físicas.

El trastorno del atracón se caracteriza por la ingesta convulsiva de alimentos a escondidas y en corto espacios de tiempo, es como la pescadilla que se muerde la cola, cuanto peor se ven, más episodios de atracones tienen y así sucesivamente.

Cuáles son las consecuencias físicas

Las consecuencias físicas de este trastorno además de la obesidad, son riesgo de enfermedades cardiovasculares, atrofia de músculos y degeneración de las articulaciones como las rodillas y los tobillos, problemas en el aparato digestivo como hernia de hiato, gastritis crónica, mal funcionamiento del cardias.

Son propensas a todo tipo de infecciones estomacales como la gastroenteritis, el helicobacter pylori; ulceras en estómago y duodeno, también suelen padecer estreñimiento crónico, en una palabra, el funcionamiento del aparato digestivo se altera totalmente y es complicado que vuelva a funcionar correctamente aunque se curen.

La medicación con la que les suelen tratar, en su mayoría son antiepilépticos que también les origina trastornos del sueño.

Son propensas a enfermedades autoinmunes ya que la carencia de algunas vitaminas debilita el sistema inmunitario, esta carencia está provocada por la rápida ingestión de alimentos que no se deben comer en cantidades altas y sin embargo la comida “normal” no la realizan correctamente.

Psicológicamente esta enfermedad es la punta del iceberg de problemas mas profundos que no han sido solucionados.

Estos enfermos se aíslan socialmente y el no ver una imagen aceptable en el espejo les produce depresión y en ocasiones les lleva a intentos de suicidio, su inconformidad consigo mismos les lleva en ocasiones a ser violentos con aquellas personas que intentan ayudarles.

Se abandonan fácilmente y la convivencia con ellos es problemática y difícil, es muy duro ver a una persona que la única que no sabe lo que vale es ella misma, tumbada todo el día, aislada socialmente y sin poner de su parte nada para salir del pozo en el que la sumerge la enfermedad.

Estar viendo día a día como tu hijo/a se está matando y no poder hacer nada, acaba pasando factura a la relación y convivencia de toda la familia.

Para salir de esta enfermedad se necesita un buen tratamiento tanto psiquiátrico como psicológico, la ayuda familiar es muy importante y por último conseguir que el enfermo se “auto ayude”, poco a poco, sino puede provocar la muerte.