Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de 2021, España es el país con mayor consumo de antidepresivos dentro de la Unión Europea, seguido de Portugal y Luxemburgo. A pesar de no ser el país con mayores tasas de depresión, estas son moderadamente altas.
La depresión es una enfermedad compleja y puede desarrollarse por diversas causas. La evidencia científica resalta que se debe a una combinación de factores psicológicos, biológicos y ambientales.
- Factores biológicos: La depresión se asocia al descenso de los niveles de diferentes neurotransmisores(sustancias químicas que transmiten señales al cerebro), tales como la serotonina, la noradrenalina o la dopamina. Por ello, los antidepresivos pretenden aumentar los niveles de alguno de estos neurotransmisores mediante diferentes mecanismos de acción que veremos posteriormente.
- Factores psicológicos: Factores como la inseguridad, la baja autoestima, la falta de capacidad para afrontar el estrés o la presencia de trastornos de ansiedad pueden incrementar el riesgo de desarrollar depresión. Las vivencias estresantes como el desempleo, el fracaso escolar, la pérdida de un ser querido, el trauma o ciertas enfermedades también pueden contribuir al desarrollo de la depresión.
- Factores ambientales: La falta de apoyo social o de acceso a servicios de salud mental, la exposición a situaciones de abuso o violencia, el clima y otros factores también contribuyen al desarrollo de esta patología.
¿Qué son los antidepresivos?
Los antidepresivos son medicamentos utilizados en problemas del estado de ánimo como la depresión. Además, también se recetan ocasionalmente para la ansiedad, el dolor crónico y el insomnio.
Tipos de antidepresivos más frecuentes en nuestro país
Dentro de la gran variedad de antidepresivos que existen, los más recetados son los siguientes:
Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina(ISRS):
- Fluoxetina
- Citalopram
- Paroxetina
- Sertralina
- Escitalopram
Inhibidores de la Recaptación de Serotonina y Noradrenalina(IRSN):
- Venlafaxina
- Duloxetina
Otros antidepresivos atípicos que no encajan en las categorías anteriores
Antidepresivos tricíclicos, tetracíclicos y los Inhibidores de la Monoaminooxidasa(IMAO): Estos son los más antiguos, cada vez menos recetados por sus efectos secundarios.
Los dos primeros tipos de antidepresivos (ISRS y IRSN) son los más novedosos, presentando menos síntomas secundarios que los antiguos. Si estos fármacos no sirven a la persona, es entonces cuando se valoran los antidepresivos más antiguos.
Como podemos observar, existen numerosos medicamentos antidepresivos. Es muy común que las personas prueben distintas variedades hasta conseguir el que mejor les siente.
¿Cuándo empiezan a hacer efecto los antidepresivos?
Los antidepresivos requieren alrededor de 4-8 semanas hasta empezar a hacer efecto. No obstante, se pueden percibir ciertas mejoras en el sueño o en el apetito antes de este tiempo.
Un antidepresivo puede ayudar al principio y luego dejar de funcionar, no funcionar desde el comienzo, necesitar la combinación de dos antidepresivos, etc. Por esta razón, es muy importante tener un seguimiento por parte de un especialista
Una vez el antidepresivo ha comenzado a hacer efecto, el tiempo de administración será valorado por el especialista que esté acompañando a la persona. Para hacernos una idea,suele oscilar entre 6 y 12 meses, aunque en muchas personas este periodo se puede extender durante mucho más tiempo [1].
Mecanismo de acción de los antidepresivos
El mecanismo de acción de los antidepresivos actuales (ISRS, IRSN) se centra en la inhibición de la recaptación de las monoaminas (noradrenalina, serotonina o dopamina, según el tipo de antidepresivo).
Los ISRS(Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina) actúan sobre el sistema de neurotransmisión serotoninérgico del cerebro. La serotonina es un neurotransmisor implicado en la regulación del estado de ánimo, el sueño, la ansiedad y la conducta alimentaria.
Estos medicamentos ejercen su acción específicamente sobre el transportador de serotonina (proteína que se encuentra en la membrana presináptica de las neuronas), evitando que la serotonina sea recaptada por las neuronas presinápticas y permanezca más tiempo en la hendidura sináptica, lugar donde puede unirse a los receptores de serotonina en las neuronas postinápticas y ejercer sus efectos.
Por otro lado, los IRSN (Inhibidores de la Recaptación de Serotonina y Noradrenalina) son un tipo de antidepresivos que ejercen su acción sobre el sistema de neurotransmisión serotoninérgico y noradrenérgico del cerebro. La noradrenalina es otro neurotransmisor importante en la regulación del estado de ánimo y el estrés.
Su mecanismo de acción implica la inhibición de la recaptación de serotonina y noradrenalina por parte de las neuronas presinápticas, al igual que el anterior grupo de antidepresivos. Esto conlleva el aumento de ambos neurotransmisores en la hendidura sináptica.
La evidencia científica señala que estos fármacos pueden ser más eficaces que los ISRS en el tratamiento de determinados tipos de depresión, como la depresión mayor. También se usan en el tratamiento de otros trastornos del estado de ánimo y de la ansiedad.
Tras un determinado tiempo de administración del fármaco, se produce una desensibilización o reducción de los autorreceptores, lo que conlleva a que el funcionamiento noradrenérgico o serotoninérgico se normalice o se incremente [2].
¿Son los antidepresivos eficaces?
Los antidepresivos son eficaces en el tratamiento para la depresión, facilitando el proceso y la mejora de la vida de las personas.
No obstante, el tratamiento para la depresión no debe limitarse a la administración de un fármaco, sino que debe de ir acompañado por un tratamiento psicológico. Sin terapia psicológica la persona no podrá trabajar sobre aquello que le causó o potenció la depresión, por lo que será realmente complicado salir de ella o avanzar en el proceso. Los antidepresivos deben ser utilizados como una ayuda, nunca como una solución.
Otro factor realmente importante en el tratamiento de la depresión es mantener unos hábitos de vida saludables. Esto es un pilar esencial para mantener un estado de salud óptimo, tanto mental como físico [3].
Cuando hablamos de hábitos de vida saludables no nos referimos tan solo a la alimentación saludable, la actividad física y el descanso, sino también a aquellos aspectos que promuevan la paz mental y la buena salud mental.
Dentro de estos factores, el pasar tiempo en la naturaleza destaca por sus diversos beneficios en la salud general de la población. La evidencia científica afirma que los espacios verdes impactan positivamente en nuestra salud debido al descenso de la contaminación atmosférica, del ruido y del calor, así como por su capacidad para reducir el estrés y la ansiedad y promover la actividad física.
En resumidas cuentas, alcanzar una salud mental óptima no depende exclusivamente de la administración de fármacos como los antidepresivos o los ansiolíticos, sino que intervienen numerosos factores como la terapia psicológica o la implementación de hábitos de vida saludables.
Si tú o alguien de tu entorno presenta síntomas de depresión, ansiedad o adicción, no dudes en contactarnos. Te ofreceremos información acerca de la patología en cuestión y de nuestras opciones de tratamiento.
Redactado por Orbium Desarrollo.
Referencias
- Los antidepresivos más recetados y cómo actúan. (2020). NIH MedlinePlus. Disponible en: https://magazine.medlineplus.gov/es/art%C3%ADculo/los-antidepresivos-mas-recetados-y-como-actuan
- Benedí, J., Romero, C. (2005). Antidepresivos. Farmacia Profesional, 19(10), 76-81. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-antidepresivos-13081504
- Walsh, R. (2011). Lifestyle and mental health. Am Psychol. 66(7):579-92. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21244124/