El ciber-acoso o ciberbullying es una nueva forma, cada vez más utilizada, de agresión.
Se trata de un tipo de agresión psicológica que utiliza las nuevas tecnologías. Tras ella se suele esconder el personaje cobarde, que se oculta en el anonimato y que dedica su vida a amargar a los demás pues esto es casi lo único que puede dar de sí mismo. Emocionalmente la ira domina su día a día y la informática le proporciona el medio para canalizarla.
Dejando a un lado que este tipo de dedicación proporciona pocos placeres a quien lo practica y por el contrario las ganancias o el retorno de inversión es de más y más ira y emociones destructivas, el agresor utiliza las nuevas tecnologías (mensajería instantánea, chats, mensajes de móvil, correo electrónico, redes sociales, etc.) con el objetivo de amenazar, insultar y humillar a la víctima de forma mantenida en el tiempo (ya sabemos que en Internet pocas cosas desaparecen).
Se está observando un alarmante crecimiento en entornos escolares pero también en población adulta. Para los primeros, los jóvenes, supone en algunos casos mucho dolor, mucha indefensión que a menudo se resuelve con el suicidio.
En el mejor de los casos la persona acosada se entristece y desmotiva, se altera el sueño, el apetito…. En resumen se ve afectada la salud.
El defensor del pueblo editó una guía para que desde las instituciones educativas se intervenga, de cara a la prevención o la acción misma. Se titula Ciberbullying: guía de recursos para centros educativos en casos de ciberacoso y la podemos consultar aquí.
Recomendamos su lectura. Puedes ver los puntos de interés de su índice, se trata de una Guía de recursos para la acción docente, cuyo objetivo esencial es colaborar en el siempre complejo proceso de reflexión e intervención en torno al fenómeno del ciberacoso por parte de los centros educativos y, en especial, de sus Equipos Directivos y tutores docentes.
También podéis disfrutar de la campaña de Pantallas Amigas para el luchar contra el cyberbullying.