Inicio » Noticias » Los peligros de la ketamina: Efectos, riesgos y consecuencias para la salud

“La ketamina se ha convertido en la droga de moda entre los multimillonarios de Silicon Valley y otros famosos, como ha dejado entrever Elon Musk y reconocido el exjugador de la NBA Lamar Odom o la presentadora Sharon Osbourne.”, señala el periódico digital ‘El Correo’ en este artículo.
Numerosos medios de comunicación están hablando de la nueva sustancia de moda entre las personas famosas y adineradas, pero, ¿Qué es realmente la ketamina? ¿Qué efectos produce? ¿Es nociva para la salud? ¿Es consumida tan solo por las personas multimillonarias o podemos encontrarla en nuestras calles?

El consumo de ketamina como droga recreativa está cada vez más extendido en nuestra sociedad, siendo predominante en un perfil concreto de consumidores: jóvenes asistentes a eventos de música electrónica que son policonsumidores de otras sustancias como la cocaína, speed, cannabis, alucinógenos, tabaco y alcohol (Gomila Muñiz et al., 2023). Sin embargo, algunos consumidores prefieren emplear esta droga en espacios más relajados como en casas, locales, naturaleza, etc. (Royo-Isach et al., 2004).
Como podemos observar, no se trata de una droga exclusiva para las esferas más altas, sino que la consumen todo tipo de personas, independientemente del nivel adquisitivo.

¿Qué es la ketamina?

La ketamina es un anestésico derivado de la fenciclidina que fue sintetizado por primera vez en el año 1962 con fines médicos y veterinarios debido a sus efectos sedantes, analgésicos y anestésicos (García-Pardo & Navarro-Selfa, 2018).
A pesar de ser un fármaco seguro y eficaz, también produce efectos adversos como alucinaciones e ilusiones. Debido a estos efectos secundarios, la ketamina comenzó a ser utilizada como droga recreativa en los años 70.

Aunque su presentación farmacéutica es en forma de líquido inyectable, cuando se consume de forma ilegal puede encontrarse en formato líquido, polvo, cristales, pastillas o cápsulas y es conocida popularmente como “Special K”. Con el fin de aumentar el beneficio económico, la ketamina, a menudo se encuentra adulterada con otras sustancias como la cafeína, efedrina, anfetaminas, selegilina o manitol.

¿Qué efectos produce la ketamina?

La ketamina se une a los receptores de la N-metil-aspartato (NMA) y a los receptores nicotínicos, muscarínicos, monoaminérgicos y opioides. Además, inhibe la recaptación de noradrenalina, dopamina y serotonina, lo que puede producir un aumento de la actividad neuronal, efectos antidepresivos y ansiolíticos y alteraciones en la percepción de la recompensa y el placer (Royo-Isach et al., 2004).
Sus efectos varían según la composición que presente, ya que, como hemos mencionado anteriormente, es frecuente encontrar la droga adulterada. También depende de la dosis, el contexto en el que se consuma y las características del consumidor (edad, peso, situación vital, etc.) (Portal Plan Nacional sobre Drogas – KETAMINA, s. f.).

A dosis bajas, sus efectos son similares a los de la borrachera por alcohol debido a la pérdida de la coordinación, las dificultades para hablar y pensar, y la visión borrosa.

Sin embargo, a dosis más altas la ketamina puede provocar efectos muy intensos como delirios, pseudoalucinaciones, pérdida de la noción del tiempo y del espacio, y distorsión de la realidad. Se han reportado casos en los que las personas se ven fuera de su cuerpo o piensan que han muerto o van a morir de forma inmediata (Portal Plan Nacional sobre Drogas – KETAMINA, s. f.).

Uno de los efectos alucinógenos buscados de esta sustancia es la experiencia de entrar en un “agujero K”, que podría definirse como la sensación de sentirse lejos del propio cuerpo, separado del mismo, flotando. Algunos usuarios valoran esta experiencia como algo espiritualmente significante, mientras que a otros les produce temor. Cuando los consumidores se encuentran en esta situación, suelen tener dificultades para moverse, por lo que es recomendable permanecer sentado o tumbado con el fin de evitar las caídas y los accidentes (Ketamina, s. f.).

¿Qué riesgos tiene el consumo de ketamina?

Cuando la ketamina es consumida de forma recreativa, puede llegar a provocar ansiedad, paranoia, agitación psicomotriz, paros respiratorios y cardíacos e incluso muerte por sobredosis (García-Pardo & Navarro-Selfa, 2018). Cuando se combina con sustancias como el alcohol u otras drogas ilegales, incrementa el riesgo de sufrir episodios de síncope, depresión respiratoria o paro cardíaco. Adicionalmente, si se consume junto con psicoestimulantes y/o alucinógenos, puede llegar a ser realmente peligroso para la integridad física de la persona debido a la intensidad de los efectos (Portal Plan Nacional sobre Drogas – KETAMINA, s. f.).

El consumo frecuente de esta sustancia causa deterioros en la memoria, la concentración y las habilidades propias del consumidor. Si se mantiene el consumo por un tiempo prolongado, puede causar efectos cerebrales irreversibles (Ketamina, s. f.).

La ketamina presenta un elevado riesgo de adicción y una rápida tolerancia, por lo que conviene espaciar las tomas y no aumentar las dosis. Además, son frecuentes las heridas y los accidentes tras su consumo en entornos poco adecuados. Por último, pueden provocar complicaciones psicológicas como crisis de ansiedad, depresión, estados psicóticos y flashbacks.

Es importante destacar que el consumo de ketamina es incompatible con ciertas condiciones médicas como la hipertensión, la presencia de alteraciones psiquiátricas y el tratamiento con medicamentos tiroideos.

Consecuencias del consumo de ketamina

En resumen, la ketamina, a menudo subestimada por su popularidad entre las élites y las celebridades, es una droga que puede tener consecuencias graves e irreversibles para la salud de quienes la consumen. A pesar de su origen como anestésico médico, su potencial adictivo y sus efectos secundarios pueden ser devastadores. No debemos dejarnos llevar por la percepción de que es una “sustancia inofensiva”.

Es esencial que aquellos que están considerando o ya están usando ketamina comprendan los riesgos que conlleva. La información y la educación son herramientas poderosas para tomar decisiones informadas sobre nuestra salud y bienestar. Además, la adulteración de la ketamina con otras sustancias aumenta aún más el peligro, ya que no siempre sabemos lo que estamos consumiendo. Por lo tanto, la prudencia y la moderación, o incluso la decisión de cesar el consumo, son medidas sensatas a considerar.

En última instancia, la ketamina es un recordatorio de que las drogas, independientemente de su estatus en la sociedad, pueden tener efectos significativos en nuestro cuerpo y mente. La búsqueda de experiencias alucinantes o eufóricas no debe poner en peligro nuestra salud y bienestar a largo plazo. Buscar ayuda y apoyo, tanto de profesionales de la salud como de grupos de apoyo, es fundamental para quienes luchan con la adicción a la ketamina o a cualquier otra sustancia. La toma de decisiones informadas y la atención a nuestra propia salud deben ser siempre nuestra prioridad número uno.

Si tú o alguien de tu entorno presenta síntomas de adicción, no dudes en contactarnos. Te ofreceremos información sobre la adicción y nuestras opciones de tratamiento.

Redactado por Marian García, directora de Orbium Desarrollo Madrid.

Referencias

  • García-Pardo, M. P., & Navarro-Selfa, E. (2018). Drogas alarmantes en la última década, ¿qué sabemos sobre ellas?
  • Gomila Muñiz, I., Ortega Pérez, J., Puiguriguer Ferrando, J., González, J., Tuero León, G., & Barceló Martín, B. (2023). Detección de ketamina en pacientes intoxicados por drogas recreativas: Perfil epidemiológico, clínico y toxicológico. Emergencias: Revista de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, 35(1 (Febrero)), 6-14.
  • Ketamina. (s. f.). Recuperado 28 de septiembre de 2023, de https://www.infodrogas.org/drogas/ketamina
  • Portal Plan Nacional sobre Drogas—KETAMINA. (s. f.). Recuperado 28 de septiembre de 2023, de https://pnsd.sanidad.gob.es/ciudadanos/informacion/sustanciasPsicoactivas/otrasDrogas/ketamina.htm
  • Royo-Isach, J., Magrané, M., Domingo, M., & Cortés, B. (2004). La «keta» (ketamina): Del fármaco a la droga de abuso. Clínica biopsicosocial del consumidor y algunas propuestas terapéuticas. Atención Primaria, 34(3), 147-151.

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