Las sustancias que contienen propiedades psicotomiméticas tales como el cannabis, las anfetaminas, los alucinógenos o la cocaína se encuentran muy extendidas. Tanto su uso como su abuso pueden desencadenar reacciones psicóticas parecidas a una enfermedad psicótica primaria.
Hoy en día el consumo de la cocaína y el cannabis ha aumentado notoriamente en la población joven y, por ende, la edad en la que se consumen en primera instancia ha disminuido radicalmente.
Además, esta situación se dificulta aún más debido a las altas tasas de consumo de sustancias por parte de las personas que padecen una enfermedad psicótica, en particular los consumidores jóvenes que se encuentran en un periodo temprano de un trastorno psicótico, dificultando su diagnóstico.
Estudios longitudinales recientes indican que uno de los predictores de usar sustancias y desarrollar un problema de adicción es tener un trastorno mental, en concreto, una psicosis y trastornos de personalidad.
La psicosis es una alteración severa del juicio de realidad, implicando una evaluación alterada tanto de la percepción como de los pensamientos, haciendo inferencias falsas sobre la realidad externa. Un ejemplo de conducta psicótica sería la presencia de alucinaciones o ideas delirantes.
Asimismo, se observa que la psicosis es uno de los efectos adversos más serios relacionados con el consumo de cannabis.
Es importante destacar que las psicosis suelen provenir de una patología dual, es decir, de la presencia de un trastorno mental a lo largo de la vida de un sujeto junto con la presencia de un trastorno adictivo.
Por lo tanto, la presencia de estos dos trastornos en una persona es un problema con gran relevancia, ya que se podría modificar la presentación clínica y el curso evolutivo, afectando de esta manera en la forma de abordarlo terapéuticamente debido a la existencia de menores evidencias científicas para un tratamiento adecuado.
Actualmente, la droga más preocupante respecto a su enlace con la psicosis es el cannabis. Esto se debe, en cierta parte, a que es la sustancia que se consume en mayor porcentaje por los pacientes que tienen esquizofrenia, después del tabaco.
Se ha observado que este riesgo de psicosis en las personas adictas al cannabis se suele dar entre aquellas que además presentan adicción a otras sustancias tales como la cocaína o el alcohol. Probablemente se deba a que potencian sus efectos psicotomiméticos.
Durante dicha intoxicación pueden manifestarse síntomas psicóticos transitorios que desaparecerán pocas horas después, cuando el THC del cannabis se haya eliminado del organismo. Aunque, si el consumo es de manera prolongada e intensa, se pueden producir los trastornos psicóticos inducidos, que por términos generales tienen una duración menor a 4 semanas.
Si tú o alguien de tu entorno presenta síntomas de psicosis inducida por alguna sustancia, no dudes en ponerte en contacto con Orbium. Estaremos encantadas de ayudarte.
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