Inicio » Adicciones a sustancias » Amargas vacaciones: recaídas en verano

El periodo vacacional es un estímulo para las recaídas en adicciones. Esto se debe al clima agradable y caluroso, la falta de rutina, el aumento de tiempo libre, de la vida social y de las fiestas. Todos estos factores hacen que nos sintamos más relajados y confiados. Por esta razón, el verano es una época en la que hay más probabilidades de recaer en la adicción.

Playa en verano, con hamacas vacías.

Si nos fijamos en el alcohol y el tabaco, estas dos sustancias son mucho más visibles durante el verano debido a las terrazas, las fiestas de pueblo, los festivales, las barbacoas, las reuniones con compañeros del trabajo, amistades o familiares, etc. En general, hay más situaciones que pueden poner en riesgo la abstinencia de estas dos sustancias.

¿Qué es una recaída?

Una recaída es la reaparición o el empeoramiento de los síntomas de la adicción tras un período de abstinencia y mejoría. Cuando la persona sufre una recaída, significa que vuelve a los patrones de pensamiento, comportamientos o emociones autodestructivos o poco saludables tras un período de recuperación y estabilidad.

¿Recaer significa fracasar?

A pesar de ser experiencias frustrantes tanto para el paciente como para su entorno, debemos saber que las recaídas son algo común en el proceso de la recuperación y no significan que la persona haya fracasado en su proceso de desintoxicación o deshabituación.

En estos casos, debemos recordar la importancia del tratamiento y podremos considerar ajustar el enfoque del mismo para evitar futuras recaídas.

¿Qué situaciones pueden favorecer la recaída?

Las situaciones que pueden favorecer las recaídas varían según la persona y la sustancia de consumo o comportamiento adictivo. No obstante, podemos encontrar varias situaciones que podrían favorecer las recaídas en términos generales durante esta época del año:

  • Situaciones imprevistas, inesperadas, fuera de control del paciente. Por ejemplo, que en el cumpleaños de un familiar o amigo propongan ‘salir de copas’ o ir a un casino.
  • Abandono voluntario del tratamiento debido a las vacaciones o viajes típicos del verano.
  • Situaciones que generen gran sufrimiento. discusiones con familiares o amistades, separación o divorcio, problemas familiares, ser despedido del trabajo, la muerte de seres cercanos, accidentes, etc. En estas situaciones el paciente puede recurrir a la sustancia o la conducta para ‘evitar’ o ‘esconder’ el dolor.
  • Situaciones que generen altos niveles de estrés o ansiedad. Al igual que sucede con el dolor, los pacientes pueden recurrir a la sustancia o conducta para paliar los síntomas adversos. Los problemas financieros o laborales, la incertidumbre o los conflictos pueden aumentar el riesgo de recaída.
  • Exposición a entornos o personas relacionadas con la adicción. Realizar actividades asociadas con la adicción o estar en sitios donde se solía consumir o realizar la conducta adictiva puede generar recuerdos y antojos, incrementando el riesgo de recaída.
  • Soledad y aislamiento. Aquellas personas que tengan una falta de apoyo y se sientan solas, tendrán más dificultades para mantener la abstinencia.
  • Ausencia de habilidades de afrontamiento alternativas. Es importante acudir a terapia para tener diversas herramientas de afrontamiento de situaciones que pongan en riesgo la recuperación. Comunicar a nuestro/a terapeuta que nos sentimos vulnerables o sentimos que hay riesgo de recaída puede ser muy útil para recibir una ayuda personalizada adecuada.

En conclusión, podemos afirmar que el verano se convierte en un periodo especialmente desafiante para aquellas personas que se encuentran en tratamiento de adicciones. Es fundamental comprender que una recaída no es sinónimo de fracaso en el proceso de recuperación, y podemos considerarlo como un momento para aprender y ajustar el enfoque del tratamiento, fortaleciendo las estrategias de apoyo y el desarrollo de habilidades de afrontamiento alternativas. En estos momentos debemos buscar ayuda lo antes posible y continuar con el tratamiento.

La recuperación de una adicción es un proceso individual y continuo. Mediante el apoyo adecuado, la adquisición de herramientas de afrontamiento saludables y la implementación de estrategias de prevención de recaídas, es posible mantenerse en el camino hacia una vida saludable y libre de adicciones.

Si tú o alguien de tu entorno presenta síntomas de una adicción, no dudes en contactarnos. Te ofreceremos información acerca de la adicción y de nuestras opciones de tratamiento.

Escrito en: Adicciones a sustancias