Como bien sabemos, el ejercicio es una de las herramientas clave para lograr deshacernos del estrés acumulado o de la insana ansiedad.

Pero siempre nos surgen las mismas dudas: ¿Qué ejercicios debo realizar?, ¿Durante cuánto tiempo?, ¿Cómo y cuándo podré notar los cambios positivos en mi salud?, etc. En este artículo encontrarás las respuestas a todas estas preguntas para que, al final, tengas claro el tipo de deporte o la rutina de ejercicios que es más indicada para mejorar tu salud.

 

¿Qué ejercicios debo realizar?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que para deshacernos de este estrés o ansiedad, realizar ejercicio cardiovascular es la mejor opción. ¿Qué significa esto? El ejercicio cardiovascular o aeróbico, actualmente conocido como ‘cardio’ engloba ejercicios de media intensidad que dependen más de la capacidad de oxigenación que de la fuerza física e implican movimiento constante.

Si ya tenemos una buena forma física y el ‘cardio’ nos aburre o no nos desestresa del todo, podemos probar a realizar entrenamientos en intervalos de alta intensidad (HIIT). Esta forma de ejercicio es la más utilizada para mejorar resistencia y quemar grasas eficazmente. Aún así, también es excelente para liberar el estrés y sentirnos mejor con nosotros mismos, tanto física como mentalmente.

¿Cómo realizo el ejercicio escogido?

Esta es una pregunta muy frecuente que todos nos hemos planteado una vez tomada la decisión de empezar a hacer ejercicio: ¿por dónde empiezo? ¿cómo lo hago?

Realizar ejercicio cardiovascular simplemente indica movimiento. Por lo tanto, el baile, la natación, correr en la calle, en la cinta del gimnasio, montar en bicicleta, la maquina elíptica y el patinaje son actividades válidas. También podemos o bien salir al monte a dar un paseo, o bien escalar. Si no tenemos mucho tiempo (por motivos de trabajo, estudios, etc.) también podemos realizar ejercicios cardiovasculares en casa. Simplemente necesitamos un espacio amplio (que nos permita movernos sin dificultad), ropa cómoda y mucha energía y motivación. En internet podemos encontrar una gran variedad de vídeos con ejercicios de este tipo que podemos seguir con facilidad, por lo que es una buena opción consultarlos.

Por otro lado, si tenemos ya una buena condición física y el cardio no nos ayuda a librarnos de todo el estrés acumulado, podemos realizar ejercicios en intervalos de alta intensidad (HIIT). Esto consiste en mezclar periodos cortos de tiempo de un entrenamiento cardiovascular muy intenso, en torno al 80-90% de nuestro ritmo cardiaco, con otros periodos también cortos de una intensidad moderada o baja (50-60%). Estos ejercicios pueden realizarse en casa o en cualquier otro espacio amplio como el monte.

¿Cómo puede el ejercicio bajar mis niveles de estrés y/o ansiedad?

Cuando realizamos ejercicio, ponemos en marcha a nuestro organismo, activamos todo nuestro cuerpo, y nos sentimos física y mentalmente mejor. Por ejemplo, el HIIT activa la creación de mitocóndrias, orgánulos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular, por lo que mejora la actividad de la glucosa; y el cardio nos ayuda a mejorar el metabolismo entre muchos otros beneficios. En conclusión, estos ejercicios ayudan positivamente a nuestro organismo en todos los sentidos.

Por esta misma razón, la actividad física reduce nuestros niveles de estrés y ansiedad:

En primer lugar, el ejercicio incrementa la liberación de neurohormonas, que pueden elevar nuestro estado de ánimo, aparte de mejorar la función cognitiva y nuestra memoria. Debemos tener en cuenta que el cerebro es el ‘jefe’ de nuestro organismo, quien maneja todo aquello y quien dirige cada acción y decisión que realizamos. Cuando estamos sometidos a altos niveles de estrés, el hipocampo (parte de nuestro cerebro encargado de varias funciones de la memoria). se bloquea y estos niveles previos de ansiedad incrementan considerablemente. Cuando este proceso sucede, el cerebro necesita neurohormonas para recuperarse, y como bien hemos mencionado anteriormente, estas neurohormonas son producidas por la actividad física.

En segundo lugar, es importante saber que cuando realizamos ejercicio, liberamos endorfinas, que nos producen sentimientos de positividad y alegría, y todos aquellos pensamientos negativos desaparecen completamente de nuestra mente, centrándonos en los factores agradables.

Por último, al hacer deporte, nuestra forma física y nuestro aspecto mejora considerablemente, y esto afecta positivamente a nuestro estado de ánimo, ya que nos sentimos saludables y mejor con nosotros mismos. Todos estos factores hacen que el estrés y la ansiedad desciendan.

¿Cuándo notaré las mejoras?

Los seres humanos tenemos fama de ser impacientes, ya que solemos quererlo todo al momento. A la hora de notar mejoras físicas y mentales, es necesario ser pacientes, ya que no vamos a notar estos cambios positivos al instante. Bien es cierto que mientras realizamos ejercicio, las endorfinas actúan y nos dan sensación de bienestar y felicidad al momento y después del entrenamiento. Pero, si no somos constantes y no realizamos ‘cardio’ al menos tres veces por semana, la sensación de bienestar y tranquilidad desaparecerá, por lo que nuestros niveles de ansiedad y estrés volverán a ascender. Pero, para notar mejoras constantes y a largo plazo, es imprescindible ser pacientes y constantes, y lo más importante, no rendirse.

Cada persona es distinta, por lo que el tiempo de mejora varía dependiendo de muchos factores como el sexo, el peso, la salud, la edad, etc. Pero, si seguimos todos los pasos indicados anteriormente, notaremos cambios positivos rápidamente.

Luna de Hita García