¿Qué sucede cuando las palabras se quedan cortas en el tratamiento de la adicción? Hoy en día, existen diversos tratamientos enfocados a la rehabilitación del paciente adicto a sustancias o comportamientos que siguen un modelo de abordaje biopsicosocial; sin embargo, el problema emerge cuando las experiencias internas de cada paciente, sobre todo aquellas relacionadas con el trauma, son tan profundas y abrumadoras que es necesario un enfoque que vaya más allá del lenguaje hablado, y que ofrezca una vía para expresar ese dolor que no tiene voz. Merino-Lorente (2023) menciona que hasta en el 60% de casos diagnosticados con trastorno de adicción también reciben el diagnóstico de trauma o estrés postraumático, y que además existe una relación directa entre el trauma infantil y el abuso de sustancias en etapas posteriores. Debido a esto, surge la necesidad de que las intervenciones tengan un abordaje integral que pueda dar respuesta a los casos en los que estos diagnósticos se interrelacionan.

En este contexto, la arteterapia emerge como una herramienta poderosa, ofreciendo un lenguaje alternativo que permite a los individuos explorar y procesar la adicción de una forma segura, creativa y, en última instancia, sanadora. Un tipo de terapia que ya ha sido implementada en diversas instituciones de rehabilitación.

Entonces, surge la pregunta de cómo funciona este tipo de terapia. El trabajo y el lenguaje de la arteterapia se fundamenta en los conceptos de creatividad y salud como dos aspectos íntimamente ligados al ser humano, ya que, toda persona posee un potencial creativo que, en muchas ocasiones, no consigue desarrollar (Orgillés, 2011). Además, esto se complementa con un ambiente que permite la creación de un vínculo con la producción propia por medio de un arteterapeuta que facilita el espacio necesario para que la persona pueda entablar la conversación con su obra, “darse cuenta” de sus necesidades y descubrir cómo estas han sido reflejadas de forma espontánea, dando espacio a las defensas como a las resistencias personales (Ojeda, 2017).

De esta manera, la arteterapia pone su foco en una de las tres circunstancias claves en el desarrollo de la adicción: la vulnerabilidad individual, aunque indirectamente también influye en el contexto y en la propia droga o conducta. Peral (2021) menciona que la eficacia del tratamiento arteterapeútico, sobre todo en los casos que presentan antecedente de trauma, radica en la acción transformadora y estructuradora en los procesos de elaboración del dolor por medio de la capacidad simbólica del arte. Es decir, el arte en sí es una herramienta que trae a la consciencia lo inconsciente para poder ser reprocesado, perdonado, comprendido, visto y curado, fortaleciendo la capacidad de expresión y de creatividad de cada persona.

Levine (2009) define el término poiesis para referirse a la imaginación transformadora y poética del proceso creativo que genera nuevos significados para el dolor traumático que, en muchos casos, lleva a la adicción. Además, el trabajo con distintos materiales artísticos y la generación del vínculo interpersonal de apoyo en el grupo tienen un impacto directo sobre el procesamiento sensorial, emotivo y cognitivo que lleva a generar una transformación psicológica como parte del tratamiento global que se da a los pacientes (Peral, 2021).

Entonces, ¿qué rol juega la creatividad y la simbolización en el tratamiento arteterapeútico durante la recuperación de una adicción? Se debe tener en cuenta que la capacidad de simbolización se ve muy afectada por el uso de sustancias y el entorno donde la persona debe desarrollarse para mantener el consumo, ya que, ambos aspectos afectan la capacidad subjetiva de la persona. Entonces, la finalidad es recuperar la subjetividad de cada uno para que puedan empezar a construir un discurso propio que vaya más allá de la enfermedad, que encuentren a su propio yo para sentirse diferenciados de sus semejantes y que, poco a poco, se alejen de la normalización de ser adicto (García, 2019).

Es muy común entre los pacientes adictos que surjan grandes dosis de creatividad, pero también juicios negativos hacia la propia creación y su estética, o reacciones agresivas ante las instrucciones; sin embargo, es grata la sorpresa cuando surge de lo abstracto la belleza del mundo interior de cada paciente y cómo, a través de la escucha, puedan dar a conocer una parte simbólica de su propia experiencia, que en muchos casos revela cosas inesperadas y relevantes para el tratamiento psicoterapéutico. “Estas creaciones se constituyen entonces como un puente entre el dentro y el fuera, entre el cuerpo y la psique, entre la imagen del cuerpo y el esquema corporal, entre la persona y la relación transferencial con el arteterapeuta“ (Orgillés, 2011, p. 142).

En conclusión, la arteterapia se presenta como una herramienta complementaria de alto impacto en el tratamiento de adicciones, especialmente cuando se trata de casos que tienen el diagnóstico de trauma. Al trascender el lenguaje verbal, esta terapia utiliza la capacidad simbólica del arte para ofrecer un camino seguro y creativo hacia la sanación.

Por lo tanto, a través de este proceso de creación, los pacientes pueden expresar el dolor que ha sido guardado en el inconsciente y pueden recuperar la subjetividad y el discurso propio. Así, la arteterapia se convierte en ese nexo de conexión entre el mundo interno y externo, permitiendo que la persona reprocese sus experiencias, fortalezca su identidad y se aleje de la normalización de la adicción. Al final, no se trata solo de superar una enfermedad, sino de redescubrir el potencial creativo inherente a cada individuo y sanar las heridas más profundas a través de la imaginación transformadora, o poiesis.

Bibliografía

García, A. (2019) Taller de Arteterapia como acompañamiento en la fundación Silva Olvera Escobedo, A.C., Centro de rehabilitación femenil contra las adicciones (antes Aj¡nexos AA), vino de uva jóvenes guerreros 4º y 5º paso, en el municipio de Querétaro  [Tesis de Grado, Universidad Autónoma de Querétaro]. Repositorio institucional – Universidad Autónoma de Querétaro

Levine, S. (2009). Trauma, Tragedy, Therapy. The Arts and Human Suffering. Jessica Kingsley

Publishers.

Merino-Lorente, S. (2023). Relación entre las adicciones y el trauma emocional desde el modelo biopsico-social. Revista de Psicoterapia, 34(126), 173-187. https://doi.org/10.5944/rdp.v34i126.37348

Ojeda Díaz, S. (2017) Arteterapia como apoyo para drogodependencia. Transformando el dolor en amor: un camino de aceptación y reencuentro [Tesis de Maestría, Universidad de Chile]. Repositorio institucional – Universidad de Chile

Orgillés, P. (2011). Arteterapia en las drogodependencias. Arteterapia: Papeles de arteterapia y educación artística para la inclusión social, 6(s.n.), 135-149. https://doi.org/10.5209/rev_ARTE.2011.v6.37089

Peral Jiménez, C. (2021) Arteterapia como vía del trauma y la violencia hacia las mujeres: Diseño, aplicación y análisis de metodologías y registros de intervención [Tesis de Doctorado, Universidad Complutense de Madrid]. Repositorio Institucional – Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género.

 

Redactado por Lucía Belén Sihuay, psicóloga en periodo de prácticas en Orbium Desarrollo.