La conducta sexual compulsiva puede recibir el nombre de hipersexualidad o adicción al sexo. Se define como conducta de no control sobre el comportamiento sexual, y genera dependencia y abstinencia. Es una conducta inicialmente fomentada por reforzadores positivos, donde el sujeto experimenta sensaciones placenteras al realizar la actividad, y posteriormente es controlada por reforzadores negativos, donde el sujeto siente la necesidad de realizarla para paliar un malestar generado por la no realización de la actividad.

La hipersexualidad consiste en tener fantasías, impulsos, conductas sexuales compulsivas y/o pensamientos constantes de carácter sexual, difíciles de controlar. Surge una necesidad compulsiva de mantener relaciones sexuales. En el caso de las mujeres se denomina ninfomanía y en el caso de los hombres se denomina satiriasis.

La hipersexualidad, lejos de ser placentera, puede provocar angustia y afectar de manera negativa a la salud del sujeto y a toda su esfera biopsicosocial.

¿Tienes conductas sexuales compulsivas?

Características de la hipersexualidad, ¿cómo detectarla?

La hipersexualidad es una alteración que lleva mucho tiempo y recursos hasta que el paciente percibe que la sufre. Durante las primeras fases, ese exceso de excitación continua no es percibido como un problema, sino como algo normal.

En el momento en el que una conducta placentera como es el sexo se convierte en una necesidad, una actividad cuya no realización genera ansiedad y problemas, estamos hablando de un trastorno por adicción al sexo.

Las personas llegan a pedir ayuda cuando esos pensamientos compulsivos y la ansiedad que genera el no consumarlos empieza a dar lugar a problemas en las diferentes esferas de su vida.

La búsqueda y la consumación de las relaciones sexuales se convierte en la actividad más importante del día, dejando de lado todo lo demás.

A continuación, se enumeran las diferentes características o síntomas que pueden ayudar a detectar el trastorno por adicción al sexo según el DSM V:

  • Durante un período de al menos seis meses, presenta fantasías sexuales recurrentes e intensas, impulsos sexuales y conducta sexual en asociación con cuatro o más de los siguientes cinco criterios:
    1. Consume excesivo tiempo en fantasías e impulsos sexuales, planificando y participando en conductas sexuales.
    2. Repetidamente desarrolla esas fantasías, impulsos y conductas sexuales como respuesta a estados de ánimo disfóricos (por ejemplo: ansiedad, depresión, aburrimiento, irritabilidad, etc).
    3. Repetidamente desarrolla fantasías, impulsos y conductas sexuales como respuesta a eventos estresantes de la vida.
    4. Repetitivos e infructuosos esfuerzos por controlar o reducir significativamente esas fantasías, impulsos y conductas sexuales.
    5. Repite el comportamiento sexual sin tener en cuenta el riesgo de daño físico o emocional a sí mismo o a otros.
  • Hay un malestar clínicamente significativo o deterioro personal en las áreas sociales, profesionales o de otro tipo de funcionamiento, asociado con la frecuencia e intensidad de estas fantasías, impulsos y conductas sexuales.
  • Estas fantasías sexuales, impulsos y conductas no se deben a los efectos fisiológicos directos de sustancias exógenas (por ejemplo, drogas de abuso o medicación) o a episodios maníacos.
  • La persona tiene al menos 18 años.

Tipos de adicciones sexuales

Existen diferentes conductas sexuales adictivas como son la masturbación, consumo de pornografía, relaciones sexuales consentidas con adultos, prácticas sexuales a través de internet (cibersexo), llamadas a teléfonos de contenido sexual, asistencia a clubs de striptease, o varias de ellas.

Comúnmente se distingue entre adicciones sexuales parafílicas y no parafílicas:

  • Las no parafílicas se definen como: fantasías sexuales excitantes, impulsos o actividades que constituyen aspectos socialmente sancionados dentro de la normativa de excitación sexual. Estas actividades aumentan en frecuencia e intensidad, lo que dificulta su práctica dentro de una relación afectiva recíproca. Entre ellas, se incluye un patrón repetitivo de conquistas amorosas que implican una sucesión de personas, consideradas sólo como objetos de uso, masturbación compulsiva, dependencia de escapes sexuales anónimos como la pornografía, cibersexo, llamadas telefónicas, etc.
  • La adicción al sexo parafílica tiene las mismas características en cuanto al sucesivo aumento en frecuencia e intensidad, pero el comportamiento sexual desarrollado implicaría una o varias parafilias.

Escrito por: Sandra Gómez, Psicóloga en periodo de prácticas en Orbium.

Bibliografía

Psicología integradora para una ayuda eficaz. Recuperado el 17 de Febrero,2022:

https://www.elpradopsicologos.es/adiccion/adiccionsexo/

Servicio psiquiatría y psicología Hospital Universitario Dexeus. Recuperado el 17 de Febrero, 2022:

https://www.psiquiatriapsicologia-dexeus.com/es/unidades.cfm/ID/927/ESP/adicciones-sexuales-y-parafilias.htm

Carrasco Cáceres, J. (2005). La adicción al sexo. Servicio Navarro de salud y universidad y de Deusto.

https://www.behavioralpsycho.com/wp-content/uploads/2020/04/05.Caceres_13-3oa.pdf