Las bebidas energéticas o energizantes son bebidas sin alcohol, que suelen estar compuestas de cafeína, taurina, L-carnitina, glucuronolactona, guaraná, ginseng y vitaminas del grupo B. Pueden llegar a aportar hasta 11 g por cada 100 ml de azúcar, aunque hay versiones sin azúcar o zero (con edulcorantes).

Cada vez son más las personas que consumen este tipo de bebidas debido a ser consideradas ‘productos antifatiga’. Se usan para aumentar la concentración, el rendimiento o disminuir el sueño en largas jornadas de estudio o trabajo.

Adicción a las bebidas energéticas

En el año 2011, la EFSA realizó un estudio donde se observó la prevalencia del consumo de bebidas energéticas en niños, adolescentes y adultos en 16 Estados miembros, incluyendo España. Si nos centramos en los datos correspondientes a la población española, la prevalencia de consumo de bebidas energéticas:

  • En población adulta (18-65 años): 31%. Siendo el 16% consumidores crónicos.
  • En población adolescente (10-18 años): 62%. Siendo el 10% consumidores crónicos.
  • En población infantil (3-10 años): 26%.

Estos datos resultan alarmantes, ya que las bebidas energéticas pueden tener efectos nocivos para la salud. Su alto consumo se debe, en parte, a que los individuos no son conscientes del riesgo que puede suponer para la salud, incluso se llega a pensar que son ‘refrescos normales’ o incluso que son beneficiosas para la salud.

Recomendaciones de ingesta

El Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha afirmado que las bebidas energéticas no se recomiendan en niños, mujeres embarazadas o periodos de lactancia.

Este producto suele presentarse en envases de 300-500 ml, con 32 mg de cafeína por cada 100 ml. Por esta razón, el Comité Científico de la AESAN recomienda:

  • Las personas de 50-59 kg de peso deben evitar el consumo de estas bebidas con más de 32 mg/100 ml.
  • Las personas de 60-69 kg no deben consumir más de 1 l de bebida energética al día ni superar los 500 ml de este producto con concentraciones de 40-55 mg cafeína / 100 ml.
  • Las personas de 70 kg o más no deben consumir más de 1 l / día de estas bebidas de 15 mg de cafeína; más de 500 ml de bebidas de 32 mg de cafeína /100 ml; o más de 250 ml/día de bebidas con 40-55 mg cafeína /100 ml.

Consecuencias del consumo excesivo de bebidas energéticas

  • Las bebidas energéticas presentan un alto contenido en cafeína, lo que provoca mayor probabilidad de tener taquicardia, ansiedad, nerviosismo y mal descanso.
  • El consumo regular de bebidas energéticas supone un alto riesgo de hipervitaminosis de la vitamina B3, riesgo moderado para la vitamina B6 y riesgo bajo para las vitaminas B2, B5 y B12.
  • En el caso de estar tomando cierto medicamentos, no se recomienda la ingesta de estas bebidas ya que contienen principios activos que pueden interaccionar con los fármacos. Conviene consultar con un/a médico/a para saber si se pueden o no consumir bebidas energéticas.
  • Beber 250 ml (un vaso) de bebida energética no zero aporta entre 27,5 y 30 g de azúcar, lo que equivale a 220-240 kcal, representando el 10% de la energía diaria necesaria. Esto supera las recomendaciones diarias del 5% de la energía total.
  • El consumo de bebidas energéticas estimula los sistemas Nervioso Central (SNC) y cardiovascular, factor relacionado con el aumento del sobrepeso y la obesidad, así como de otras patologías: hipertensión, pérdida de masa ósea y osteoporosis, además de otras enfermedades cardiovasculares.
  • El consumo diario y elevado se ha relacionado en varios casos con la inactividad física, bajo nivel socioeconómico, mayor tiempo de ocio frente a la pantalla, uso de sustancias de abuso (sobre todo alcohol), mayor Índice de Masa Corporal (IMC), malos hábitos alimenticios y de descanso, y peor rendimiento escolar, entre otros factores.
  • La ingesta excesiva de bebidas energéticas se ha relacionado con un alto consumo de alcohol, tabaco y drogas ilegales.

Una dosis mayor o igual a 480 mg de cafeína (más de tres latas de bebida energética) se considera como consumo agudo elevado. Por esta razón, la mayor parte de efectos adversos se producen por sobredosis de cafeína. Los efectos secundarios son:

  • Palpitaciones, taquicardia
  • Insomnio o dificultad para dormir
  • Náuseas, vómitos, malestar intestinal
  • Micción frecuente
  • Arritmias cardíacas, convulsiones e incluso la muerte (en casos más extremos)

Adicción a las bebidas energéticas

La adicción a las bebidas energéticas sucede por su alto contenido en cafeína y en menor medida por la taurina y el resto de los componentes, ya que estimulan el cerebro y mejoran el rendimiento deportivo y mental, reduciendo la sensación de fatiga. La persona se vuelve dependiente a esta sustancia y cuando cesa su consumo, aparece el famoso síndrome de abstinencia. Este se presenta con cansancio, fatiga, peor rendimiento cognitivo, fallos en la memoria y en la atención, irritabilidad y dificultad en la regulación de conductas y emociones.

¿Cómo detectar la adicción a las bebidas energéticas?

  • Necesitar consumir constantemente la bebida y pensar en ella si no se puede consumir. Se consume diariamente, incluso a horas ‘poco comunes’.
  • Nerviosismo o irritabilidad si no se consume la bebida.
  • Se empieza a crear tolerancia a la bebida, por lo que cada vez se necesitan mayores dosis.
  • Si no se consume la bebida, aparecen los síntomas del síndrome de abstinencia: cansancio, fatiga, peor rendimiento cognitivo, fallos en la memoria y en la atención, irritabilidad, dificultad en la regulación de conductas y emociones, etc.
  • El entorno advierte continuamente a la persona que reduzca la cantidad de bebida energética que consume.

Tengo dependencia a las bebidas energéticas, ¿qué hago?

El tratamiento de desintoxicación para las bebidas energéticas es similar al de la cafeína: puede cesar su consumo de forma repentina o de forma progresiva, variando según la persona y otros factores ligados a ella.

Existen casos muy graves donde la persona es incapaz de dejar la sustancia sin ayuda profesional, por lo que, si crees que te encuentras en esta situación, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Tener un tratamiento específico para ti y seguimiento por parte de profesionales especializados en adicciones facilitará y agilizará el proceso.

Referencias