La llegada del verano, a veces, lejos de generar desconexión, nos mantiene más conectados que nunca. Estar en contacto con las personas que nos importan, ver las noticias del día, geolocalizarnos, saber el clima de la zona dónde vamos, contar cosas en redes sociales, curiosear las de otros, dejarse llevar por el muro de Facebook, dedicar tiempo a la foto perfecta para Instagram, un jueguecito que engancha en las horas de playa…

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Los smartphones nos ofrecen un sinfín de posibilidades que hacen nuestra vida más cómoda y entretenida.

En este contexto, el móvil ha terminado siendo, en muchos casos, prácticamente una extensión de nuestra mano. Sin embargo, un abuso continuado del móvil puede fácilmente derivar en adicción.

Aquí os dejamos algunos consejos para evitar caer en la adicción al móvil:

1) Evita tener pantallas en la habitación donde duermes (teléfonos, tabletas, portátiles, TV, etc.). A la hora de ir a la cama, el dispositivo debe estar en otra parte de la casa. Recuerda que la simple presencia de un teléfono cerca aumentará su hormona del estrés (cortisol). Con frecuencia echamos un vistazo al teléfono para reducir nuestro nivel de hormona del estrés y esto puede llegar a volverse compulsivo.

2) Desactiva tantas notificaciones como sea posible. Las notificaciones elevan nuestra necesidad de usar el teléfono y activan la dopamina anticipatoria en los circuitos de recompensa del cerebro mesolímbico.

Ten en mente que internet y el móvil funcionan como máquinas tragaperras: nos ofrecen recompensas intermitentes e impredecibles en forma de información, mensajes o contenido deseados. Nunca se sabe lo que se va a obtener, cuándo se va a obtener y cuán bueno va a ser: así es como funciona una máquina tragaperras, y las recompensas intermitentes y anticipadas (a través de notificaciones) elevan la dopamina. Cada notificación, zumbido, ruido o sonido de campanitas nos dice que hay una recompensa esperando, y la dopamina de la recompensa anticipada es el doble de alta que la recompensa misma.

3) Deja de usar pantallas como mínimo 1 hora antes de irte a acostar. Las pantallas cambian los ritmos circadianos y los patrones de sueño, y aumentan el riesgo de sueño inadecuado. Además, la luz azul de la pantalla también nos activa y altera algunas funciones cerebrales.

4) Instala alguna aplicación que controle cuánto tiempo de pantalla o teléfono consumes. Esto te hará tomar mayor conciencia del uso del móvil y utilizarlo de manera más productiva. Si quien tiene el problema es un joven, esta medida también puede ayudar a reducir las discusiones en casa por el uso del móvil.

5) Configura la saturación de color y el brillo para hacer la pantalla menos atractiva y estimulante (por ejemplo, puedes ponerla en blanco y negro).

6) Haz una lista de cosas interesantes para hacer que no impliquen una pantalla. Esta es una tarea divertida que puede reengancharte a actividades agradables que hacías en otro periodo de tu vida, o abrirte las puertas a nuevas aficiones.

7) Aprende a tolerar el aburrimiento. El aburrimiento da paso a la creatividad y a la vida social.