El pasado 30 de julio, ‘La Sexta’ anunciaba el siguiente titular: ‘Redes de ‘telecoca’, o cómo mata la droga adulterada con un 21% de sedantes que producen alucinaciones’. Se trata de un reportaje que Equipo de Investigación publicó en marzo, donde afirmaban que un joven de Coria (Cáceres) había fallecido debido al consumo de cocaína adulterada con un 21% de atropina, así como anestésicos locales (procaína y tetracaína), al ser medicamentos blanquecinos que son difícilmente diferenciados de la cocaína. Además, el porcentaje de cocaína se reducía a tan solo un 11%.
La adulteración de las drogas es una práctica habitual, ya que se consigue un mayor beneficio económico: con la misma cantidad de principio activo se consiguen más dosis. El ‘Corte’ hace referencia a los medios por los que las drogas ilícitas se diluyen o mezclan. Los adulterantes varían según la droga, pudiendo causar efectos mucho más perjudiciales que el principio activo de la droga principal. Algunos adulterantes son: cafeína, talco, tiza, lactosa, yeso, productos de limpieza y otros compuestos que pueden ser letales o causar daños graves como la procaína, el paracetamol, la lidocaína, el levamisol o la fenacetina.
En este caso, la atropina es un fármaco que estimula el Sistema Nervioso Central y después lo deprime, disminuye la transpiración e incrementa la frecuencia cardiaca. Entre sus efectos adversos destacan la hipertensión, la taquicardia y las alucinaciones, por lo que no es recomendable mezclarlo con otros fármacos y/o drogas.
Si nos centramos en la cocaína, además de la atropina se suele utilizar como adulterante el levamisol, un desparasitante para el ganado que aporta volumen a la droga inicial. El aminorex también es comúnmente usado debido a sus propiedades anfetamínicas que incrementan la sensación de euforia. Además de este síntoma, debilita el sistema inmunitario e incrementa el riesgo de infecciones y reacciones cutáneas, entre otros efectos adversos.
Las personas que distribuyen drogas se decantan por el uso de sustancias baratas y fáciles de adquirir para usarlas como agentes de corte, imitando los efectos deseados de la droga que se va a vender. El porcentaje de agente de corte difiere, encontrando drogas con un 50% de pureza (lo común en la cocaína en Europa), o incluso un 0% de la sustancia activa que se ha vendido. Como es de suponer, esto puede causar un gran problema de salud para los consumidores, ya que en ocasiones se utilizan sustancias poco seguras para realizar el corte.
Varios adulterantes se asocian con un incremento significativo en el riesgo de sobredosis, ‘mal viaje’ y/o muerte por envenenamiento agudo, como se ha señalado en la noticia de ‘La Sexta’. También se asocian con complicaciones que aparecen tras el consumo crónico en personas genéticamente predispuestas.
Lo más peligroso de esta práctica es que el consumidor no puede reconocer si la sustancia que ha adquirido ha sido adulterada. Tan solo se puede saber con qué otras sustancias se han cortado o adulterado mediante un análisis exhaustivo en laboratorio. En España contamos con una empresa que lleva a cabo estos análisis y divulga acerca del consumo de sustancias ilícitas: Energy Control.
Desde Orbium recomendamos la lectura de ‘ADULTERANTES DE LAS DROGAS Y SUS EFECTOS EN LA SALUD DE LOS USUARIOS: UNA REVISIÓN CRÍTICA’ de CICAD, donde se exponen los adulterantes más comunes presentes en diversas drogas, sus efectos en la salud y otros datos de interés.
Si tú o alguien de tu entorno presenta síntomas de adicción a una sustancia o conducta, no dudes en contactarnos. Te ofreceremos información acerca de la adicción y de nuestras opciones de tratamiento.