El coma etílico y sus consecuencias. Adicciones de los más jóvenes.
Parece que «llegar al coma etílico» se está convirtiendo en un nuevo juego para nuestros hijos. Como esnifar canela y pasarlo mal, que tan documentado está en YouTube.
Se está planteando que se «culpe» o «penalice» a los padres de hijos que repiten visita a urgencias por coma etílico. Se puede profundizar en esta noticia en el siguiente vínculo: https://www.infosalus.com/actualidad/noticia-gobierno-estudia-multar-padres-menores-sufran-muchos-comas-etilicos-20130605124148.html
Pero no nos engañemos, este incremento de comas (que antes se percibía en poblaciones mas maduras) se acompaña de incrementos de crisis psicóticas por consumo de cánnabis y del consumo del tabaco. Y me pregunto:¿Somos los padres los que hemos fallado o lo es la sociedad en la que estamos actualmente?Como madre reflexiono sobre ello y pienso que sí, que es preciso implicar o reeducar a los padres para que intervengan en sucesos de este tipo y ejerzan su influencia y su poder.
Pero, entonces debemos reflexionar sobre ¿qué influencia y qué poder tenemos los padres de hoy?. En mi estrategia personal cabría la intervención estándar de:
- Hablo seriamente y explico las consecuencias de seguir por este camino, pregunto sobre las causas para que podamos -en colaboración mutua- resolver los detonantes y establezco un castigo que se cumpla y que esté en relación al evento que lo origina.
Sin embargo sé que esto tendrá poco impacto, pues el círculo de amistades de mis hijos seguirá con estas prácticas y sé que esto constituye una «norma» de pertenencia al grupo que, de no realizarse penalizará al joven con el rechazo social de su pequeño mundo. Un mundo, que en estas edades, es tan importante que se convierte en referente de sus valores y de su ética. Es sobre este punto donde hay que intervenir para atacar este problema.
Manteniendo que a los padres nos vendría bien una opción educativa para reciclarnos como educadores, creo que las medidas a aplicar, para potenciar su eficacia, deben dirigirse a dos frentes diferentes que colaboren con la acción educativa de los padres:
- MEDIDAS DE ACCIÓN SOCIAL:
- No se puede tener a un hijo encerrado en jaula de cristal. En la calle, las acciones «fuera de la norma como es el consumo de jóvenes» deben ser denunciadas solidariamente y para que la autoridad pública quien intervenga parando el consumo.
- La venta de bebidas alcohólicas o cánnabis a menores, se ha de perseguir «realmente».
- Propuesta de una oferta de ocio económico que suponga una alternativa eficaz al consumo de alcohol, tabaco o de cánnabis. Propuestas que «cambien» el concepto de que «es guay beber y tener comas»
- Revisión de los valores que la sociedad actual está potenciando y de los comportamientos de personajes «referentes» que se consiente, se premian y se refuerzan.
- Revisión personalizada de cada caso para establecer las verdaderas causas de cada coma etílico y la situación de cada familia.
- MEDIDAS CONCRETAS SOBRE CASOS DE COMA O ABUSO PERSISTENTE:
- Elaboración de programas de intervención sobre los menores, sobre la familia y sobre ambos conjuntamente. Estos programas han de incidir en aspectos como autoestima, identificación personal, autorregulación emocional, establecimiento de límites, control de la impulsividad…Son programas orientados a la creación de una identidad personal saludable en el joven que le ayude a desarrollar su futuro como persona.
Creo que la medida económica no sería eficaz pues dejará a los en la misma situación de indefensión que tendrán cuando les llaman del hospital para recoger a sus hijos. El dolor de esta experiencia es suficiente castigo. Lo que hay que orquestar son alternativas de intervención para corregir los motivos que llevan a estos jóvenes a jugar con la muerte.