Adicciones en personas mayores

Con frecuencia nos encontramos ante la suposición de que la adicción es un problema de jóvenes y adultos. En parte, esto es debido a la asociación de la adicción con drogas ilegales. Sin embargo, las personas mayores también pueden desarrollar una adicción [1].

La adicción en personas mayores a menudo pasa desapercibida [2], ya que suelen consumir más en el domicilio y sus obligaciones cambian (estudios, trabajo…) haciendo más difícil su detección.

Lo que era un consumo sostenido en la juventud y madurez, puede empezar a tener consecuencias interfiriendo de forma importante en la vida cotidiana, algo que los familiares y personas más cercanas no saben cómo plantear.

Además, debido al deterioro físico propio de la edad, estos síntomas pueden quedar ocultos. Este deterioro también puede hacerles más sensibles al consumo, teniendo mayores consecuencias [3] que sobre los jóvenes. Varía su tolerancia a las sustancias, y además, pueden interactuar entre ellas si se mezclan, produciendo un aumento en el riesgo de mareos, pérdida de equilibrio, caídas, accidentes, problemas de memoria, desorientación, deterioro cognitivo, problemas cardiacos, respiratorios, estomacales, sobre la tensión, etc.

factires de riesgo de las adicciones en personas mayores

Factores de riesgo para la adicción entre mayores

Los cambios que tienen lugar en este periodo pueden influir en el desarrollo de la adicción.

Esta etapa vital se caracteriza principalmente por un empeoramiento de la salud y un cambio de la funcionalidad que repercute sobre el resto de las áreas de la persona.

Inestabilidad, pérdida de actividad, vitalidad y desesperanza; pérdida de relaciones con el mundo, soledad que puede llevar a la evasión o a la búsqueda de contacto (compañía y sexual)  a través del consumo, dependencia, la resistencia al envejecimiento, y sobreestimar las potencialidades de este momento; dolor crónico, acceso por ejemplo a fármacos con o sin receta, etc. Pueden sumarse a los factores de riesgo habituales o intensificarlos, lo que les hace especialmente vulnerables.

Con la adicción, lo que sucede en ese momento vital es distorsionado y puede vivirse como amenazante e insoportable, apareciendo un deseo de huida o evasión de la realidad que vuelve a motivar el consumo, entrando en una espiral de difícil salida.

Detectar la adicción en mayores

Las personas cercanas cumplen un papel importantísimo en su detección, ya que seguramente sean las que van a solicitar ayuda al percibir los siguientes cambios:

-Cambios en la forma de comportarse, que incluye la observación de riesgos sobre su salud, que la persona minimiza e intenta esconder (torpeza, olvidos, accidentes). Cambios en la alimentación, en los ciclos del sueño, en hábitos básicos de autocuidado (vestido, limpieza, higiene), etc.

-Cambios en sus valores o forma de ver la vida, que ahora se sustenta para justificar el consumo. El abandono de actividades y relaciones, o cambios en su manera de relacionarse, que pasa de la necesidad de ayuda hasta sobreestimar de lo que son capaces.

-Cambios en su estado de ánimo (tristeza, abatimiento, pérdida de interés) y en sus capacidades cognitivas (memoria, atención, planificación y toma de decisiones).

Tratamiento

El tratamiento de la adicción en personas mayores debe incidir en todas estas áreas. En Orbium disponemos de un centro de día que complementa el tratamiento de la adicción para restablecer y minimizar los daños que haya producido el consumo, reforzar los recursos personales, sociales y afectivos para posibilitar afrontar los cambios (físicos, familiares, sociales) de su etapa vital de la mejor manera posible.

Referencias

    1. http://revistaindependientes.com/adiccion-en-adultos-mayores/
    2. http://www.adamedtv.com/adicciones/las-personas-de-edad-avanzada-tambien-sufren-adicciones-asociadas-a-patologias/
    3. http://geriatricarea.com/en-el-olvido-abuso-de-sustancias-en-adultos-mayores/