Cuando hablamos de ChemSex nos referimos a un fenómeno psico-socio-cultural que implica el consumo intencionado de drogas con fines sexuales, y su prevalencia es mayor en hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH).
A pesar de no ser una práctica nueva, durante los últimos años se ha hecho más conocida por conllevar una mayor preocupación de salud pública debido a los siguientes aspectos: prácticas más duraderas, mayor diversidad y consumo de drogas, y consecuencias más graves. Esto ha provocado un crecimiento en el número de atenciones en los centros de salud sexual y otros servicios sociales y sanitarios.
La preocupación aumenta sobre todo en aquellos casos donde la práctica se realiza en ‘fiestas sexuales’ que pueden durar varios días y donde participan un gran número de personas, ya que el riesgo de sobredosis, adicción, abusos sexuales, deterioro de la salud mental y transmisión de enfermedades o infecciones sexuales aumenta.
Drogas utilizadas
A pesar de usarse un amplio y variado número de drogas, las más utilizadas son las metanfetaminas, GHB/GLB, mefedrona, cocaína y ketamina. Otras bastante comunes son el popper y el alcohol.
- Metanfetaminas: Se usan para aumentar el deseo y la confianza sexual, la duración y la intensidad, además de potenciar la desinhibición. Su uso prolongado en el tiempo puede causar dependencia, problemas de salud mental (depresión, psicosis…), y contagio de enfermedades y/o infecciones.
- GHB/GLB: Es un depresor del Sistema Nervioso Central (SNC) y se utiliza por su efecto desinhibidor y analgésico, con la posibilidad de realizar prácticas sexuales agresivas como el fisting. Su uso excesivo puede conllevar pérdidas del estado de conciencia, de la memoria y vulnerabilidad ante posibles prácticas sexuales agresivas o abusos sexuales.
- Mefedrona: Se trata de una catinona sintética que produce efectos psicoactivos y simpaticomiméticos parecidos a las anfetaminas. Su uso es muy común en el ChemSex debido a sus propiedades entactógenas: incremento de la sociabilidad, intensificación de sentidos, desinhibición y excitación sexual.
Durante las sesiones de ChemSex suelen consumirse varias sustancias (policonsumo), incrementándose los riesgos asociados al abuso de drogas. No obstante, las sustancias utilizadas y su cantidad dependerán de distintos factores como la disponibilidad, el nivel económico, la cultura, los espacios donde se lleve a cabo la práctica, etc.
Riesgos asociados a la práctica de ChemSex:
Cualquier situación que implique el consumo de drogas puede poner en peligro al consumidor, y en este caso, al ser el ChemSex una práctica donde, además, se tienen relaciones sexuales (en numerosas ocasiones con varias personas), los riesgos aumentan si no se toman medidas de prevención.
- Infecciones o enfermedades de transmisión sexual (ITS, ETS): El ChemSex implica mantener relaciones sexuales con otras personas, y esto puede suponer la aparición de infecciones o enfermedades de transmisión sexual debido a factores como: sexo sin protección, consumo compartido de drogas o utensilios para consumo, prácticas sexuales de riesgo o sexo en grupo. Esto sucede porque las drogas dan una sensación de euforia, desinhibición e invulnerabilidad, restándole importancia al uso de preservativos y otras medidas de prevención. La enfermedad que más preocupan a la población es el VIH, pero también pueden transmitirse otras enfermedades e infecciones como la gonorrea o la sífilis.
- Salud mental: Practicar ChemSex no tiene por qué conllevar a un deterioro grave de la salud (tanto física, como mental) si se realiza de manera segura y controlada. Pero, al ser una práctica que implica a un gran número de personas y a un gran consumo de drogas, en muchas ocasiones puede repercutir negativamente a la salud de las personas. El consumo esporádico y puntual de sustancias durante la práctica puede no producir efectos adversos, pero si se vuelve excesivo, dependiente o problemático, ahí es donde yace el problema. Recordemos que no es complicado ‘pasarse’ con las dosis de estas sustancias.
Son varios los estudios que han revisado la relación existente entre la práctica del ChemSex y el impacto en el funcionamiento psico-social. La evidencia afirma que, a mayor frecuencia de consumo o abuso de sustancias, mayor es el impacto en la salud de las personas y en su estado psicológico y/o social, sobre todo si se consumen distintas drogas en un mismo evento. Este policonsumo puede suponer situaciones de riesgo, ya que causa reacciones tóxicas y peligrosas para el cuerpo. Tampoco debemos olvidar el impacto que supone en la salud mental de las personas el posible abuso sexual o las prácticas sexuales agresivas que se dan bajo los efectos de las drogas. Como ya hemos mencionado anteriormente, estas sustancias provocan euforia, desinhibición y aumento del deseo sexual (entre otras), y esto puede desembocar en prácticas no consentidas o agresivas, causando situaciones que crean incomodidad, dolor, angustia e incluso traumas. - Adicción o dependencia a sustancias: El consumo esporádico de estas sustancias puede provocar efectos puntuales perjudiciales para la salud, tanto física como mental. En el caso de realizar estos eventos de manera repetida en el tiempo, el riesgo a desarrollar una adicción o dependencia a alguna sustancia aumenta. Aparecen síntomas como: reducción notoria de las relaciones sociales (familiares y de amistad) y laborales; disminución y evitación en la realización de actividades que previamente se hacían; tolerancia y abstinencia; cambios de humor si no se consume la sustancia en cuestión (depresión, tristeza, estrés, ansiedad, ira…).
En ocasiones, la persona adicta puede no sentir placer o satisfacción durante las relaciones sexuales si no está bajo los efectos de estas sustancias. Por lo tanto, recurrirá a ellas para experimentar esa sensación placentera que antes conseguía sin su consumo.
En Orbium contamos con un equipo especializado en las adicciones (a sustancias o comportamentales), además de ofrecer servicios para la mejora de la salud mental. No dudes en contactar con nosotros/as si tienes cualquier duda o quieres contar con nuestros servicios.
Referencias
- Fernández-Dávila, P. (Abril de 2018). ChemSex en España: Reflexiones sobre buena praxis y lecciones aprendidas. Obtenido de REVISTA MULTIDISCIPLINAR DEL SIDA Vol. 6 . Núm. 13. : http://www.sidastudi.org/resources/inmagic-img/DD49159.pdf
- Helen Dolengevich-Segal, B. R.-S.-L.-P. (20117). Chemsex. Un fenómeno emergente. Obtenido de adicciones vol.29, nº3 .
- Perry N.Halkitis, S. N. (2018). Chemsex and mental health as part of syndemic in gay and bisexual men. Obtenido de International Journal of Drug Policy: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0955395918301026
- Steven Maxwell, M. S. (2019). Chemsex behaviours among men who have sex with men: A systematic review of the literature. Obtenido de Elsevier: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0955395918302986#bib0010