La terapia de aceptación y compromiso (ACT, por sus siglas en inglés) ha emergido como una de las modalidades terapéuticas más innovadoras en el tratamiento de las adicciones. La terapia de aceptación y compromiso es un enfoque terapéutico perteneciente a las terapias de tercera generación que se centra en la identificación y aceptación de los pensamientos y emociones (sin identificarse con los mismos), así como el compromiso con los valores personales propios como motor para el cambio hacia un estilo de vida más satisfactorio (Hayes, 2019). Otra de las habilidades centrales que promueve la terapia de aceptación y compromiso es la flexibilidad psicológica, es decir, la capacidad de adaptación cognitiva y conductual (y, por consiguiente, de las estructuras cerebrales), que nos permite sobrevenir a los cambios de la vida manteniéndonos fieles a lo que de verdad nos reporta un mayor significado personal.

Algunas de las técnicas más conocidas pertenecientes a la terapia de aceptación y compromiso son la defusión cognitiva, el mindfulness y el compromiso con los valores personales. En concreto, la defusión cognitiva busca reducir la influencia de los pensamientos automáticos y negativos que, en muchos casos, perpetúan los comportamientos adictivos, permitiéndonos verlos como algo pasajero, pero no propio de nuestra identidad, ayudando a reducir el consumo o las conductas adictivas desde la aceptación (Hooper et al., 2018).

Defusión cognitiva y adicciones

La defusión cognitiva es una de las muchas técnicas dentro de la terapia de aceptación y compromiso que busca alterar la relación que una persona mantiene con sus propios pensamientos y emociones, favoreciendo así el cambio en la dirección deseada. Desde esta perspectiva, se busca que las personas vean estos pensamientos como lo que son: solo palabras o imágenes mentales, y no como hechos o amenazas necesariamente reales o de los que no se pueden separar (Hayes, 2019). En otras palabras, la defusión cognitiva nos enseña a no identificarnos con lo que pensamos o sentimos. En su lugar, nos invita a explorar nuestros valores y ver cómo estos nos pueden ayudar a gestionar estos pensamientos y emociones. Este enfoque es crucial en el tratamiento de las adicciones, donde los pensamientos automáticos suelen desempeñar un papel central en la perpetuación de conductas adictivas.

En una persona que sufre de adicción, los pensamientos automáticos y negativos (por ejemplo, “necesito consumir para sentirme bien” o “no puedo resistir el impulso de usar mi teléfono”) tienen su raíz en déficits cognitivos y emocionales que pueden hacerles sentirse sometidos a estos patrones de pensamiento (Verdejo-Garcia et al., 2019). La defusión cognitiva tiene como objetivo crear una distancia emocional entre la persona y estos impulsos, a la vez que se generan alternativas cognitivas y comportamentales. Esto le permite ir modificando la manera en la que se percibe a sí misma, e ir construyendo un estilo de vida cada vez más autosuficiente y alineado con aquello en lo que cree y quiere para sí.

Mecanismos de acción de la defusión cognitiva

En el contexto de las adicciones, los estudios han demostrado que la defusión cognitiva puede ser especialmente eficaz para reducir los comportamientos relacionados con el consumo de sustancias (Hooper et al., 2018). Algunos de los mecanismos de acción detrás de la efectividad de esta técnica son: la modificación del sesgo cognitivo, el entrenamiento en atención plena y la rehabilitación neurocognitiva (Copersino, 2016).

La modificación del sesgo cognitivo permite a la persona adicta tomar distancia de aquellas creencias limitantes por las que cree estar sometido hacia el consumo, y darles un nuevo significado basado en un nuevo estilo de vida elegido por la persona. Algunas de estas creencias pueden ser “Nunca podré superar mi adicción”, “Nunca cambiaré”, “El consumo es la única forma de solucionar mis problemas” o “Mi adicción me hace peor persona”, entre otras.

La atención plena permite a la persona tomar conciencia del presente, a la vez que conecta con sus sensaciones físicas, aumenta su autoconocimiento corporal y construye en base al ahora, sin dejarse llevar por pensamientos relacionados con el pasado o el futuro que no puede controlar, reduciendo así los niveles de ansiedad o estados de ánimo depresivos.

En cuanto a la rehabilitación neurocognitiva, esta se refiere al proceso de restaurar o mejorar las funciones cognitivas afectadas por el uso prolongado de sustancias. Con el cambio de creencias y una mayor flexibilidad cognitiva, la persona recupera progresivamente la capacidad de tomar decisiones, regular sus emociones y establecer metas, lo que facilita el cambio de hábitos y la construcción de una vida más saludable y significativa.

La combinación de estos mecanismos permite a los individuos no solo reducir el consumo de sustancias, sino también aumentar su resiliencia frente a futuros impulsos y situaciones de alto riesgo.

Comparación con otros enfoques terapéuticos

Una de las comparaciones más relevantes en la investigación de la defusión cognitiva es con la evitación experiencial (Hooper et al., 2018), otra de las técnicas pertenecientes a la terapia de aceptación y compromiso. La evitación experiencial es una estrategia que involucra el esfuerzo por evitar pensamientos, emociones o sensaciones incómodas, lo que la hace más adecuada para etapas tempranas del tratamiento de la adicción, cuando la persona todavía se está desintoxicando de la sustancia.

La defusión cognitiva, por otro lado, busca reducir la influencia de los pensamientos negativos sin tratar de evitarlos o suprimirlos. En estudios experimentales, se ha demostrado que la defusión es más eficaz en etapas más avanzadas del proceso de deshabituación, cuando la persona se encuentra elaborando o construyendo un nuevo significado entorno a su etapa de consumo, para dar paso hacia otra libre de él.

Además de la evitación experiencial, la defusión cognitiva se ha comparado con otros enfoques tradicionales, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de exposición. Aunque la TCC y la terapia de exposición han demostrado ser eficaces para tratar las adicciones, la defusión cognitiva presenta también ventajas al abordar directamente la relación de los individuos con sus pensamientos, lo que puede permitirles manejar mejor las emociones y los impulsos sin recurrir a la adicción como mecanismo de escape.

Defusión cognitiva: una herramienta más para el crecimiento personal

Dentro de la generación de terapias más recientes, como es la terapia de aceptación y compromiso, la defusión cognitiva se presenta como una técnica innovadora para el trabajo del control de impulsos y el tratamiento contra las adicciones. Al ayudar a los individuos a cambiar la relación que mantienen con sus pensamientos, la defusión cognitiva reduce la influencia de los patrones más negativos y automáticos. Sin embargo, es importante recordar que es sólo una de las muchas técnicas disponibles para el tratamiento y cambio hacia una versión más saludable de la persona adicta. Integrada dentro de un enfoque terapéutico más amplio, la defusión cognitiva puede potenciar significativamente los resultados, siempre que se adapte a las necesidades específicas de cada persona y se complemente con otras estrategias basadas en la evidencia.

Bibliografía

Copersino, M. L. (2016). Cognitive mechanisms and therapeutic targets of addiction. Current Opinion in Behavioral Sciences, 13, 91–98. https://doi.org/10.1016/j.cobeha.2016.11.005

Hayes, S. (2019). A Liberated Mind: How to Pivot Toward What Matters. New York: Avery

Hooper, N., Dack, C., Karekla, M., Niyazi, A., & McHugh, L. (2018). Cognitive defusion versus experiential avoidance in the reduction of smoking behaviour: an experimental and preliminary investigation. Addiction Research & Theory, 26, 414 – 420. https://doi.org/10.1080/16066359.2018.1434156

Verdéjo-Garcia, A., García-Fernández, G., & Dom, G. (2019). Cognition and addiction
. Dialogues in Clinical Neuroscience, 21, 281 – 290. https://doi.org/10.31887/DCNS.2019.21.3/gdom

Redactado por Amaia Rodríguez Rementeria, psicóloga en periodo de prácticas en Orbium Desarrollo