El alcohol (75,6%) y el tabaco (34,7%) constituyen las drogas de mayor consumo entre adolescentes en España.
Aunque parece que se ha retrasado ligeramente la edad en la que se inicia el consumo de dichas sustancias, lo cierto es que va en aumento la cantidad de adolescentes que se inician en su consumo. Además, otro problema añadido, especialmente en el caso del alcohol, es que gran parte de los consumidores adolescentes (43,9%) no consideran que su consumo entrañe riesgos o, al menos, creen que los riesgos se presentan a partir de consumos muy elevados.
Por otro lado, las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en nuestro país y tiene presencia en todas las franjas de edad con un amplio porcentaje.
En un estudio realizado por la Fundación Española del Corazón (FEC) se observó que los adolescentes consumidores de alcohol o tabaco, independientemente del nivel de consumo, mostraban daños arteriales y rigidez en los vasos (medidos mediante la velocidad de la onda del pulso carótido-femoral, OVP), señales muy relacionadas con la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Los datos recogidos por el estudio mostraron un efecto sumatorio del consumo, es decir, el grado de daño arterial y rigidez de los vasos estaba relacionado directamente con los niveles de consumo, cantidad de cigarrillos en el caso del tabaco y número de unidades de bebida alcohólica en el caso del alcohol.
Además se comprobó que aquellos adolescentes que habían cesado el consumo durante el seguimiento recuperaban su salud arterial.