La cleptomanía es un trastorno mental caracterizado por la incapacidad de resistir el impulso de robar objetos sin la necesidad de usarlos o de ganar dinero, ya que carecen de valor para la persona. Se trata de un trastorno del control de los impulsos donde predomina la desregulación del autocontrol emocional y/o conductual. Este trastorno suele aparecer a raíz de, o junto con otras comorbilidades psíquicas.

La persona con cleptomanía, a diferencia de un/a ladrón/a, roba artículos para satisfacer un impulso, ya que el objeto no tiene valor para ella y apenas será usado. Los objetos robados serán desechados, regalados o almacenados. Tras el hurto aparecen sentimientos de culpa, arrepentimiento, miedo y vergüenza.

Cleptomanía

La incidencia de cleptomanía es baja, ocurriendo aproximadamente en el 0,3-0,6% de la población general. La edad promedio de inicio son los 18-20 años, ocurriendo también en la población adulta joven, y de manera menos común en adultos y ancianos. Además, se conoce que es más frecuente en mujeres que en hombres, existiendo una proporción de 3:1.

SÍNTOMAS

Entre los síntomas destacan:

  • Fuertes impulsos de robar objetos que no necesitan ni les aportan ningún valor, por lo que, tras el robo, estos artículos no suelen ser utilizados. Tampoco lo hacen por necesidades económicas como es el caso de muchas otras personas que cometen este delito.
  • Los artículos robados suelen esconderse en un sitio específico y a veces se tiran, se regalan o se devuelven a su lugar sin que el propietario se entere.
  • La persona no sabe explicar el porqué de los robos, es incapaz de entender el objetivo o la razón de sus actos, lo que le crea ansiedad.
  • Sensación de ansiedad, excitación o tensión antes del robo.
  • Sensación de placer, alivio o satisfacción durante y/o tras el robo.
  • Sensación de odio hacia uno/a mismo/a, vergüenza, culpa, remordimiento o miedo a ser penalizado/a después del robo.

CARACTERÍSTICAS

  • Suele aparecer durante la adolescencia o adultez temprana, pudiéndose desarrollar también en edades más tardías (menos común).
  • Las mujeres son más propensas a desarrollar cleptomanía, existiendo una proporción de 3:1.
  • Los impulsos de robo son tan fuertes que la persona es incapaz de controlarlos.
  • Los episodios de cleptomanía suceden de manera espontánea, sin planificación ni colaboración de otra persona.
  • Al ser impulsos incontrolables y esporádicos, la persona puede robar en sitios públicos y también a conocidos, familiares y/o amistades.
  • Tras el robo, los objetos suelen esconderse sin llegar a usarse nunca. En ocasiones, las personas devuelven los artículos al lugar donde fueron robados, asegurándose de que nadie se entere.
  • La intensidad y la frecuencia de los impulsos es irregular, por lo que puede variar en el tiempo. Los episodios de cleptomanía pueden ser: a) Episodios cortos de cleptomanía con periodos largos de remisión; b) Episodios largos de robo con periodos cortos de remisión; c) Episodios crónicos y continuos de robo sin apenas fluctuaciones.
  • En numerosos casos, la cleptomanía aparece acompañada de otra patología psíquica, como son los trastornos de la personalidad, depresión, ansiedad y consumo de sustancias, entre otras.

CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO

Hoy en día, la cleptomanía sigue en constante investigación y revisión, por lo que se desconocen a ciencia cierta las causas de su desarrollo. No obstante, se han descubierto ciertos factores de riesgo: Género femenino, factores hereditarios o genéticos, traumatismos craneales, afectaciones en distintos neurotransmisores (dopamina, opioides endógenos o serotonina) y la presencia de otras comorbilidades psíquicas.

Entre las posibles causas de su desarrollo, destacan las siguientes:

  • Factores familiares: La mayor parte de niños/as que en un futuro han desarrollado cleptomanía, tuvieron una estructura familiar poco estable (poca presencia de la familia en el hogar, separación, poca comunicación, carencias, falta de atención y cariño, sensación de abandono, etc). Esto afecta directamente al niño/a y a su autoestima. La evidencia científica afirma que una gran mayoría de las personas que han desarrollado cleptomanía tuvieron experiencias infantiles desagradables o poco normales, desarrollando traumas que perduran y perpetúan el acto de robar.
  • Factores de la personalidad: Las personas que presentan cleptomanía suelen tener rasgos de personalidad característicos: falta de empatía hacia el resto, ser poco sociales, interactuar pocas veces con los demás y baja autoestima o autorrespeto (fruto de la insatisfacción de las necesidades emocionales en la infancia).
  • Factores ambientales: Posiblemente sea la causa más relevante del desarrollo de la cleptomanía, como en muchos otros trastornos. El estrés emocional y la ansiedad son factores detonantes.
  • Factores fisiológicos: El acto compulsivo de robar puede estar causado por ciertas afecciones fisiológicas como son los tumores, la epilepsia, la demencia, los cambios estructurales inducidos por las drogas, la atrofia o displasia cerebral, y/o el metabolismo anormal de las monoaminas. Se ha propuesto que la enfermedad puede existir en el sistema límbico del cerebro, lo que provoca un aumento del impulso del deseo y un deterioro de la función de la corteza cerebral.
  • Otras comorbilidades: Los pacientes pueden desarrollar cleptomanía a raíz de otras enfermedades o patologías psíquicas como: Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), desórdenes afectivos, ansiedad, Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), Trastornos de la Personalidad, abuso de sustancias, Trastorno Bipolar…
  • Cambios o desajustes en el cerebro: 
    • Desajustes de la serotonina: La serotonina es un neurotransmisor que interviene en la regulación de los estados de ánimo y las emociones. Se ha observado que las personas propensas a tener conductas impulsivas tienden a presentar unos niveles bajos de serotonina.
    • Trastornos de adicciones: Cuando la persona roba, se produce una liberación de dopamina, otro neurotransmisor que causa sensación placer y euforia. Esto provoca que las personas busquen tener esas sensaciones gratificantes continuamente, recurriendo así al robo.
    • Sistema de opioides endógenos: Se trata del sistema que regula los impulsos. Un desequilibrio en este sistema puede afectar a la capacidad del control de impulsos.

COMPLICACIONES

La cleptomanía puede incidir en todos los aspectos de la vida de la persona, causando graves complicaciones emocionales, familiares, sociales, laborales, legales y financieras.

El distanciamiento del núcleo familiar y de amistades puede suceder debido a la sensación constante de arrepentimiento y vergüenza que siente la persona por robar a sus seres queridos. Además, en ocasiones puede ser arrestada o penalizada por robar, llegando a generar una situación económica poco favorable para la propia persona y su entorno.

Como ya hemos mencionado previamente, la cleptomanía puede suceder a la vez que otras patologías asociadas, entre las que destacan: otros trastornos del control de impulsos (ludopatía, compras compulsivas, etc), adicción a sustancias, trastornos de la personalidad, trastornos de la alimentación, depresión, ansiedad y trastorno bipolar. Además, las personas suelen presentar pensamientos intrusivos y/o suicidas, llegando a tener intentos de suicidio y, en ocasiones, suicidios.

TRATAMIENTO

Para el abordaje de la cleptomanía es imprescindible detectar otras comorbilidades psíquicas y tratarlas, ya que el acto compulsivo de hurto puede ser fruto de estas patologías.

Dentro de los distintos tipos de terapias, la terapia cognitivo-conductual, la terapia basada en la aceptación y el compromiso y el psicoanálisis han sido probados en el tratamiento de la cleptomanía. A pesar de demostrar cierta efectividad, a día de hoy no existe evidencia científica sólida sobre un tratamiento completamente eficaz para este trastorno.

El tratamiento cognitivo-conductual ha demostrado cierta eficacia en las personas con cleptomanía, ya que ayuda en la reducción o eliminación de la impulsividad que presenta el paciente al cometer los robos, en los pensamientos desadaptativos o negativos, en la ansiedad y en el estrés. Ayuda en la mejora de las distintas áreas de la persona: familiar, social, legal, económica, etc. Esta terapia podría ser la más indicada debido a su eficacia en casos de impulsividad, depresión, ansiedad y estrés.

El paciente debe identificar el conflicto, problema o afección que está padeciendo, con el fin de analizar las metas y los objetivos junto con el/la terapeuta y así conseguir una disminución de los síntomas de la cleptomanía.

¿CÓMO AYUDO?

Si alguna persona cercana presenta síntomas de cleptomanía, lo más recomendable es hablar con ella de manera amable y calmada, sin echar culpas. Pregúntale cómo está, si necesita apoyo o ayuda, ofreciéndole siempre la opción de acudir a un especialista de la salud mental. Debe sentirse comprendida y entender que puede reducir sus impulsos con ayuda externa.

Referencias

Burgos Moreno, C. E. (2018). Trastorno de control de los impulsos: la cleptomanía y su tratamiento a través del modelo cognitivo-conductual. Obtenido de http://repositorio.utmachala.edu.ec/handle/48000/12678

Clinic, M. (2018). Cleptomanía. Obtenido de https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/kleptomania/symptoms-causes/syc-20364732

Justyna Sipowicz, R. K. (28 de Feb de 2018). Kleptomania or common theft – diagnostic and judicial difficulties. Obtenido de https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29704416/

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Zi-Hao Zhang, F.-R. H.-H. (20 de October de 2018). Kleptomania: Recent Advances in Symptoms, Etiology and Treatment. Obtenido de Huazhong University of Science and Technology: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30341533/