Sobre las Disfunciones Sexuales
Las disfunciones sexuales son problemas en la respuesta sexual humana (el deseo, la excitación y el orgasmo) que usualmente impiden el desarrollo de una vida íntima plena, afectan la salud integral y la autoestima del individuo, así como su relación de pareja.
Padecer de algún tipo de trastorno sexual es algo muy común hoy en día. Lo mejor que se puede hacer es buscar el tratamiento adecuado lo antes posible, para volver a disfrutar de la vida sexual plena que tanto la persona afectada como su pareja merecen.
No olvides que la sexualidad es una vivencia compartida con la pareja, y esto es de suma importancia en el tratamiento de cualquier disfunción sexual
Clasificación
Las disfunciones sexuales más comunes son:
- Anorgasmia: Imposibilidad de conseguir un orgasmo.
- Aversión sexual: Rechazo a casi todo tipo de acto sexual, incluye miedo, ataques de pánico, fobia, asco, entre otros.
- Dispareunia: Dolor durante o poco después de una relación sexual.
- Dolor sexual no coital: Dolor genital recurrente durante la actividad sexual provocado por estimulación no coital.
- Eyaculación precoz: Respuesta orgásmica o eyaculatoria durante el acto sexual antes de lo deseado.
- Eyaculación retardada: Sucede cuando la erección se mantiene pero la eyaculación tarda en aparecer.
- Falta de deseo sexual o Frigidez: También llamado deseo sexual hipoactivo, se describe como el bajo nivel de interés sexual.
- Impotencia: Caracterizada por la dificultad del hombre en mantener una erección con la rigidez suficiente para lograr la penetración vaginal. Hoy en día existen gran cantidad de tratamientos.
- Vaginismo:Espasmo muscular involuntario de los músculos vaginales que provoca gran dolor durante o la imposibilidad de la penetración.
¿Qué causa las disfunciones Sexuales?
Causas Físicas:
Es frecuente en personas que sufren de alguna dependencia, como el alcoholismo o los psicofármacos. Muchas drogas pueden intervenir en el proceso funcional de la excitación y el orgasmo.
Otra de las causas frecuentes es un inadecuado perfil hormonal, en especial un bajo nivel de andrógenos. La testosterona es necesaria para mantener el deseo no sólo en el hombre, sino también en la mujer, aunque en ella los niveles normales son mucho más bajos.
Lo más normal es que las disfunciones sexuales obedezcan a causas psicológicas como un bajo nivel de autoestima, estadosdepresivos, excesivo estrés o ansiedad, una historia de abusos sexuales o mala relación de pareja, etc.
Lo importante es tener conciencia de que cualquiera que sea la causa, existen tratamientos y terapias, tanto para el individuo en sí, como para la pareja afectada, para resolver estos problemas. Entre antes se acepte el problema y se tome acción, mejores posibilidades tendrá la persona de retomar y disfrutar de una vida sexual normal y plena.
¿Qué hacer?
Deberás acudir al especialista lo antes posible, ya que las disfunciones sexuales tienen solución cuando se tratan precozmente y se lleva a cabo una terapia adecuada, casi siempre a nivel de pareja.
Es importante asimismo eliminar ciertos tabúes sociales tales como el tamaño del miembro, tipo y número de actuaciones sexuales, impotencia “como preaviso” del envejecimiento, mala experiencia como precursora de una actividad sexual angustiante, etc.
Disminuir la ansiedad por mantener relaciones sexualespuede aliviar la tensión que provoca la necesidad de cumplir. Muchas veces esto por sí mismo puede ocasionar el trastorno dado.<<
Prevención
Una buena forma de prevenir el deseo sexual inhibido es compartir tiempo no sexual con la pareja, ya que las parejas que reservan tiempo para hablar, salir y compartir actividades, mantendrán una relación más estrecha y es más probable que sientan un mayor interés sexual.
Las parejas también deben separar el sexo del afecto, de tal manera que ninguno sienta temor a ser cariñoso constantemente, temiendo que ello sea interpretado como una invitación a tener un contacto sexual.
El hecho de leer libros, tomar cursos acerca de la comunicación de pareja o leer libros sobre masajes también puede estimular los sentimientos de acercamiento.
Para algunas personas, la lectura de novelas o ver películas con contenido sexual o romántico también les puede servir para estimular el deseo sexual y de paso ayudar a prevenir la aparición de ciertas disfunciones sexuales.