Inicio » Adicción al sexo » La adicción al sexo e Internet: historia de un (des)encuentro

Aunque menos conocida que otras, la adicción al sexo es un problema psicológico que produce graves impactos en las personas adictas, en sus vidas y sus entornos. Hasta hace poco, este tipo de problemática no estaba recogida en los principales manuales diagnósticos. Sin embargo, desde hace unos años, tanto el DSM V como la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 11) reconocen la existencia de estos trastornos (trastorno hipersexual y por comportamiento sexual compulsivo, respectivamente), proporcionando criterios diagnósticos para identificarlos.

Siguiendo a Echeburúa (2012), podríamos entender la adicción al sexo como un patrón de conductas sexuales que se halla fuera del control de la persona adicta y que ésta no puede parar de practicar a pesar de sus consecuencias negativas y de los repetitivos esfuerzos por dejar de hacerlo. Como ocurre con el resto de adicciones, en el caso del sexo también se producen los fenómenos de tolerancia (necesidad de realizar la conducta cada vez más), abstinencia (malestar asociado a los períodos en que no se está realizando la conducta) y pérdida de control (incapacidad para frenar las propias conductas) (Cáceres, 2005).

En las conductas adictivas relacionadas con el sexo, además, existe un factor que puede ayudar a dificultar este problema: internet. La adicción sexual en internet es un problema creciente dada la alta disponibilidad de material sexual explícito en la red y suele presentarse en dos modalidades (Sánchez e Iruarrizaga, 2009):

  • El cibersexo o uso de conversaciones sexuales en línea.
  • Consumo de pornografía y el uso de salas para adultos.

Cada una de ellas presenta sus particularidades y riesgos específicos. No obstante, en ambos casos concurren tres características propias de la red que agravan la situación (Sánchez e Iruarrizaga, 2009). En primer lugar, la enorme accesibilidad y asequibilidad de estos contenidos, que hace que los usuarios dispongan de una gran cantidad de experiencias sexuales en red de forma gratuita y sin interrupción temporal, dado que con un simple teléfono móvil es posible acceder a ellas 24 horas al día. En segundo lugar, el anonimato de los usuarios, que les brinda comodidad, les permite un comportamiento más desinhibido y les ahorra los signos de rechazo que podrían darse en la vida real. Estos tres factores en conjunto potencian la capacidad adictiva de estas prácticas.

Unido a estos factores, la red proporciona un entorno normalizado, validado socialmente y de acceso en soledad, pudiendo así la persona adicta esconder con mayor facilidad su consumo, agravándose su situación y posponiendo el tratamiento. Asimismo, internet ha revolucionado la velocidad a la que se consumen las distintas experiencias y la capacidad de proporcionar recompensas intermitentes, los refuerzos más adictivos que existen.

Sin embargo, más allá de internet, es importante no olvidar que las personas adictas al sexo en la red utilizan esta forma de consumo como un medio de escapar de los problemas de su vida diaria o de aquellas emociones que no saben manejar, ya sean de preocupación, ansiedad, depresión, alegría o euforia. Este mecanismo acaba revelándose como nocivo, agravando los problemas e impactos en la vida de la persona. De este modo, más allá de internet, la adicción al sexo en la red regresa a la vida cotidiana, de la que se nutre y a la que impacta negativamente en sus diferentes ámbitos.

Si tú o alguien de tu entorno presenta síntomas de adicción al sexo, no dudes en contactarnos. Te ofreceremos información al respecto de la adicción y de nuestras opciones de tratamiento.

Referencias

  1. Cáceres, J. La adicción al sexo. (2005) Psicología Conductual, 13(3), pp. 405-416.
  2. Echeburúa, E. (2012) ¿Existe realmente la adicción al sexo? Adicciones, 24(4), pp. 281-285.
  3. Sánchez, S. e Iruarrizaga, I. (2009) Nuevas dimensiones, nuevas adicciones: la adicción al sexo en internet. Intervención Psicosocial, 18(3), pp. 255-268.

Redactado por David Ramos Collada, psicólogo en período de prácticas en Orbium Desarrollo.

Escrito en: Adicción al sexo