¿Qué es la adicción a la comida?

A día de hoy sigue en debate el tema de la adicción a la comida y, por ende, la adicción al azúcar. Hasta el momento el DSM-5 y la CIE-10-ES siguen sin contemplar la adicción a la comida como un trastorno en sí mismo. No obstante, el Centro Rudd de Política Alimentaria y Obesidad de la Universidad de Yale creó en 2009 la Escala de Adicción a la Comida de Yale (YFAS), un cuestionario de 25 puntos, basado en los patrones conductuales y de sintomatología presentes en el DSM-IV, para evaluar la adicción a la comida en las personas.

Al seguir en constante debate y ser un tema tan controvertido, las definiciones varían entre los diferentes autores.

Algunos definen la adicción a la comida como una enfermedad mental crónica y recurrente, caracterizada por la búsqueda y el consumo compulsivo de ciertos alimentos, a pesar de sus consecuencias nocivas para la salud por no ser saludables (grasas saturadas y trans o azúcar) o por promover ciertas enfermedades (síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares, etc).

Es frecuente desarrollar adicción a la comida o a determinados alimentos (sobre todo aquellos que contienen azúcares y grasas) durante los tratamientos de desintoxicación. Esto se debe a las desregulaciones hormonales y a otros mecanismos complejos de nuestro organismo.

Cuando estamos cesando el consumo de una sustancia, a veces se produce un incremento del apetito. Otras veces, como en la desintoxicación de la cocaína, se ve incrementada la ansiedad y se nota un malestar en el estómago (síntomas del síndrome de abstinencia) que suele calmarse mediante la ingesta de ciertos alimentos, siendo los ricos en azúcares y grasas los preferidos. Debido a su metabolización a glucosa, el deseo de dulce en la desintoxicación del alcohol es aún mayor, por lo que debe controlarse su ingesta durante el tratamiento.

La adicción o dependencia a la comida o a determinados alimentos puede ser temporal o crónica, pudiendo ser un factor de riesgo para el desarrollo de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Los TCA se caracterizan por la alteración en el consumo de los alimentos, causando un deterioro significativo de la salud física, mental o del funcionamiento psicosocial de la persona.

Algunas personas con trastornos alimentarios presentan síntomas similares a los que se atribuyen a las personas con trastornos por consumo de sustancias, como el ansia y los patrones de consumo compulsivo. Esto sucede por la implicación de los mismos sistemas neuronales como son los implicados en la regulación del autocontrol y la recompensa.

Dentro de los TCA, existen diversos tipos de trastornos: Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa, Trastorno por Atracón, PICA, Trastorno de Rumiación, Trastorno de Evitación/Restricción de ingesta de alimentos y otros TCA No Especificados (TCANE). Todos ellos pueden desarrollarse tras períodos de desajustes en la alimentación o patrones alimentarios descontrolados.

¿Cómo detectar la adicción a la comida?

El TCA que más se asemeja a la ‘adicción’ a la comida y que tiene cada vez mayor prevalencia es el Trastorno por Atracón, caracterizado por presentar episodios recurrentes de atracones. A su vez, un episodio de atracón se caracteriza por:

  • Ingesta compulsiva en un período determinado de una cantidad de alimentos claramente superior a la que la mayor parte de las personas ingeriría en un período de tiempo parecido en circunstancias similares.
  • Sensación de pérdida de control sobre lo que se ingiere durante el episodio.

A pesar de existir un claro debate acerca de la existencia de la adicción a la comida, está demostrado que existe un problema de control hacia ciertos alimentos que pueden llevar a las personas a desarrollar problemas de salud, por lo que se debe pedir ayuda cuanto antes para prevenir cualquier tipo de complicación grave.

Tratamiento de la adicción a la comida

El tratamiento de adicción a la comida en Orbium es similar al del resto de adicciones comportamentales. Además, también debe incorporar la mejora progresiva de los atracones y del TCA (u otros factores psicológicos adversos) en el caso de presentarse.

Primero es importante conocer el estado del paciente mediante la terapia cognitivo-conductual, terapia EMDR, talleres de relajación o mindfulness y la personalización de las actividades a realizar para instaurar los hábitos nuevos.

Se trabaja el control de los impulsos, el manejo y reducción de la ansiedad, la gestión emocional y la instauración de hábitos de vida saludables para asegurar el bienestar físico y emocional de la persona. A lo largo del tratamiento se prioriza la mejora de la relación hacia la comida y la autoestima, dos factores que suelen verse repercutidos en estos casos.

Si tú o alguien de tu entorno presenta una conducta dependiente hacia determinados alimentos o síntomas de un trastorno de la conducta alimentaria, no dudes en contactarnos. Te ofreceremos información acerca del trastorno en cuestión y de nuestras opciones de tratamiento para superar la adicción.

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